Las brasileñas Martine Grael y Kahena Kunze se proclamaron este jueves campeonas olímpicas de la clase 49er FX de vela, gracias a una brillante victoria en la regata decisiva por las medallas en la Bahía de Guanabara de Rio de Janeiro.
Martine, hija de una de las leyendas de la vela brasileña, Torben Grael, y Kahena, entusiasmaron a los numerosos espectadores que siguieron la prueba desde la playa y celebraron con una explosión de júbilo el primer título olímpico femenino de la historia de Brasil en esta disciplina náutica.
Las brasileñas, que iniciaron la jornada empatadas a puntos con las españolas Tamara Echegoyen y Berta Betanzos, superaron a todas sus rivales en la regata decisiva (que puntúa doble), tras tomar el mando en la última baliza, para delirio de la torcida.
"No esperaba una celebración tan grande (...) Durante la regata no pensé en nada, solo escuché cuando crucé la línea de llegada", dijo Martine ya de regreso en la tierra firme.
La plata fue para las neozelandesas Alex Maloney y Molly Meech, mientras que las danesas Jena Hansen y Katja Steen Salskov-Iversen se quedaron con el bronce de esta clase que se estrenaba en Rio-2016.
Echegoyen y Betanzos, séptimas de la 'medal race', quedaron relegadas a un decepcionante cuarto puesto que deja a España sin medallas en vela en unos Juegos Olímpicos por primera vez desde Sídney-2000.
Pese a su juventud -ambas tienen 25 años-, la carioca Martine y la paulista Kahena, dos sargentos de la Marina que navegan juntas desde hace cuatro años, habían lanzado una primera advertencia cuando se coronaron en 49er FX en el último campeonato del mundo de vela, celebrado en Santander (España) en 2014.
La joven Martine sigue así los pasos de su padre, Torben Grael, ganador de cinco medallas olímpicas de vela, dos de ellas de oro en Star (Atenas-1996 y Atenas-2004), a lo largo de su carrera.
Torbe, hoy retirado, en estos Juegos de Rio es el entrenador jefe del equipo de vela de Brasil y participó como relevista en el recorrido de la antorcha, pero Martine no quiere que se la compare con él.
"Mi sueño es ser la mejor navegadora en todas las condiciones (...) En la vela cuenta mucho la experiencia y él tiene mucha experiencia para compartir, seguro", dijo.
Su tío Lars también ganó dos bronces en Tornado en Seúl-1988 y Atlanta-1996. Y el hermano de la flamante campeona, Marco Grael, de 27 años, terminó undécimo de la clasificación general de la clase 49er masculina junto a Gabriel Borges.
Brasil se despide con esta única medalla, un deporte que en todas las ediciones de los Juegos Olímpicos desde los de Atlanta-1996 siempre se ha llevado por lo menos un metal.
El otro gran regatista del país, Robert Scheidt, que a sus 43 años atesora cinco medallas olímpicas, se quedó a solo un paso de conseguir en Láser una sexta medalla en Rio que le hubiese convertido en el deportista más laureado de la vela olímpica.
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