Abrir la mano con las mínimas o no, el eterno debate de la natación española

Fernando Castán

Pontevedra, 25 mar.- Abrir la mano con las marcas mínimas es uno de los eternos debates de la natación española. Este año, después de los Campeonatos de España clausurados ayer en Pontevedra, se reabre respecto a los tiempos clasificatorios para el Mundial de Barcelona 2013.

Varios han sido los nadadores que han rozado los registros exigidos por la Federación Española paga ganar una plaza en la principal cita internacional de este deporte en la presente temporada.

Aschwin Wildeboer se hizo con un billete para los 50 espalda y falló ayer en los 100, en su mejor distancia y en la que fue finalista olímpico en Pekín 2008. Ese año en China fue el único representante español que se tiró a una final en el "Cubo de agua" pequinés.

El espaldista del CN Sabadell consideró que las mínimas están para cumplirlas, y que no se quejaría si la Federación le deja fuera del hectómetro. Sin embargo, dejó entrever su deseo de competir en los Mundiales de "su casa", en el Palau Sant Jordi.

La Federación podría permitir su participación en los 100 metros espalda, no solo en reconocimiento a la carrera de un nadador que ha sido tres veces olímpico: Atenas 2004, Pekín 2008 y Londres 2012, sino también a sus posibilidades de entrar al menos en la final. Cabe recordar que Aschwin subió al podio en los 100 espalda a por una medalla de bronce en 2009 en Roma.

En una situación parecida se encuentra Rafa Muñoz. El nadador del Navial de Córdoba se quedó sin ir a la capital británica el pasado verano porque el entonces director técnico de la RFEN, Luis Villanueva, no quiso abrir la mano en los 100 mariposa, en los que no hizo la mínima, y los 50 mariposa, en los que es el vigente campeón de Europa y posee el récord del mundo desde 2009, no es una prueba olímpica.

Muñoz fue medallista de bronce en los 100 mariposa en los Mundiales de Roma 2009, su mejor año, cuando se competía con los bañadores fabricados con derivados del plástico, prendas ahora prohibidas, y podría entrar en Barcelona, al menos, en la lucha por las medallas.

Además, el cordobés se ha visto perjudicado por una mononucleosis que le ha impedido entrenar durante un mes y dos semanas durante éste invierno.

La bracista Marina García vivió el pasado fin de semana en Pontevedra una situación parecida al quedarse fuera de los 100 braza y obtener dos billetes para la Ciudad Condal en los 50 y 200 metros de ese estilo, su distancia favorita.

García es una de las nadadoras españolas de mayor progresión y su buen tiempo, 2:27.77, a menos de un segundo de su récord de España, en los 200 braza, podría abrirle la puerta a competir en los 100.

Los casos de Melanie Costa y Judit Ignacio son paradójicos debido a que han batido los dos únicos récords de España que han caído en los campeonatos nacionales en dos pruebas, los 100 libre y 100 mariposa, y no han hecho las mínimas para los Mundiales.

Esta circunstancia es más curiosa si se tiene en cuenta que ni de la mallorquina ni de la catalana los 100 libre y los 100 mariposa son sus mejores metrajes.

Costa, de todas formas, tiene dos plazas mundialistas en los 200 y 400 libre, además de un relevo asegurado en el 4x200, e Ignacio otra en los 200 mariposa.

Duane da Rocha está en un caso similar a Wildeboer porque no es una velocista e hizo la mínima en los 50 y falló en su mejor distancia, los 100. La nadadora de Málaga ha cambiado de técnico tras Londres 2012 y ha estado entrenando dos meses en Australia, de donde regresó recientemente, por lo que ella misma considera que todavía no ha cumplido el plazo de adaptación mínimo.

Otro caso es el del bracista Héctor Monteagudo, del Ciudad Real, que rozó la mínima en los 50 braza. Paró el crono en 28.12, cuando la Federación exigía 28.00 para ir a Barcelona, donde si se abriera la mano, Héctor debutaría en la alta competición internacional.