Sant Joan Despí (Barcelona).- El brasileño Adriano Correia, el último fichaje del Barcelona, ha reconocido que los pocos días que lleva entrenándose junto a sus nuevos compañeros ya le han hecho sentirse "como en casa" y ha destacado que lo que más le ha sorprendido del equipo es "la unión que hay en el vestuario".
"Feliz" de poder tener la oportunidad de jugar en el Barcelona y 24 horas después de disputar sus primeros minutos, ante el Valerenga noruego (2-4), Adriano ha comentado que antes de llegar al Barça "ya sabía que era un club grande, pero ahora que estoy dentro, lo veo aún más grande".
"Llevo pocos días, pero ya me siento como en casa", ha añadido el brasileño, quien de momento mantiene más relación con los jugadores que ya conocía, Keita y su compatriota Maxwell.
Sin grandes objetivos personales más allá de "estar siempre a disposición del entrenador", Adriano ha confesado que la posibilidad de jugar el primer partido oficial de la temporada, la ida de la Supercopa ante su ex equipo, el Sevilla, le ilusiona especialmente. "Sería bonito jugar ese partido", ha indicado.
Cuestionado por las diferencias entre el Sevilla y el Barça a la hora de entrenarse, Adriano ha declarado que en el conjunto azulgrana "se trabaja más con el balón".
Adriano, además, confía en regresar a la selección brasileña de la mano del nuevo seleccionador, Mano Menezes, aunque ha admitido que para ello debe "encontrar un sitio en el Barça".
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