El Everton había ganado 2-1 en el partido de ida, en un partido en el que el español Jesús Navas consiguió un tanto para el City en los minutos finales que ha terminado por ser clave.
De todas formas, no se presentaba nada fácil la misión para el City, obligado a remontar. Más oscuro se puso el panorama cuando el Everton se adelantó en el Etihad Stadium en el minuto 18 por medio de Ross Barkley.
El Manchester City necesitaba entonces dos tantos para forzar la prórroga y tres para clasificarse. Y los hombres del chileno Manuel Pellegrini cumplieron brillantemente la misión.
El brasileño Fernandinho empezó el trabajo en el 24, logrando el empate 1-1 con un tiro desde la frontal del área que tocó en un defensa antes de colarse en el arco del equipo de Liverpool.
El Everton pudo defenderse bien y el City alternó fases de buen juego con otras más grises, pero sin perder los nervios.
En el 70, el Manchester City logró el segundo gracias al belga Kevin De Bruyne, que había empezado como suplente. Raheem Sterling envió un centro desde la línea de fondo que encontró a De Bruyne, que remató a las redes visitantes.
Agüero logró en el 77 la remontada definitivo y el gol que clasifica a los suyos para la final, de cabeza a centro de De Bruyne, que después tuvo que retirarse del partido por un problema en una rodilla.
Pellegrini se mostró "optimista" después del partido con que no fuera nada grave.
"Jugar una final en Wembley es muy importante. Estoy muy feliz", apuntó el técnico chileno sobre la clasificación.
El 'Kun' continúa marcando tras superar sus problemas físicos. En las dos semanas anteriores había conseguidos sendos 'dobletes' en partidos de la Premier League, que le convierten en uno de los hombres del momento en el fútbol inglés.
El entrenador español del Everton, Roberto Martínez, no ocultó la decepción por quedar en puertas de la final.
"Es muy, muy difícil de digerir", afirmó, denunciando que el balón del centro de Sterling a De Bruyne en el segundo gol se había perdido ya por la línea de fondo.
"Todo el mundo ha visto la repetición, se ve claramente que el balón estaba ya fuera", se quejó.
El martes, el Liverpool se clasificó en los penales ante el Stoke, después de que los 120 minutos de juego acabaran con la victoria visitante por 1-0 en Anfield.
El Stoke dio la sorpresa al equilibrar la eliminatoria al borde del descanso, con un tanto del delantero austriaco Marko Arnautovic (45+1) a centro del español Bojan Krkic.
El Liverpool se había impuesto en la ida como visitante por 1-0, con un gol marcado por Jordon Ibe.
En la tanda de penales, después de que ambos equipos fallaran uno cada uno en los primeros 10 lanzamientos, el arquero belga Simon Mignolet detuvo el disparo del defensa español Marc Muniesa y después el galés Joe Allen certificó el pase a la final, a la que no llegaba el Liverpool desde 2012.
La final tendrá lugar en Wembley el 28 de febrero.
bur/dr
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