Almería – Barcelona: un 0-8 que cambió la temporada

La jornada 12 dio un vuelco no numérico, pero sí moral a la Liga. Ese día se enfrentaban dos entrenadores, pero sobre todo dos amigos. Nadie olvidará ese enfrentamiento por dos razones: por el resultado y por la destitución de Lillo. El Barcelona de su pupilo Guardiola le endosaba un 0-8 que acababa con los huesos del vitoriano en la cola del INEM.

Ese mismo día, el Real Madrid le enchufaba una manita al Athletic en el Santiago Bernabéu, y seguía conservando el liderato un punto por delante de los azulgranas. Muy importante teniendo en cuenta que la siguiente jornada depararía el Clásico de los clásicos: el Barcelona  - Real Madrid en el Camp Nou.

A tenor de lo visto en esa jornada doce, el conjunto dirigido por Jose Mourinho parecía no tener en cuenta una de las goleadas históricas de la Liga, la de los culés en Almería. Sea como fuere llegó el consabido 5-0 que dio un vuelco a la competición nacional, y que quién sabe si puede haber sido definitivo. Los de Guardiola sumaban así 13 tantos en dos encuentros y asestaban a los merengues un golpe del que se desconocen sus consecuencias reales.

El Almería de Lillo pareció dar fuerzas al Barcelona. Desde ese 20 de noviembre no saben lo que es perder. Y ni siquiera empatar. 24 puntos de 24 posibles es el registro que firman los blaugrana, que no dan sensaciones de que esa dinámica vaya a cambiar. Ahora se vuelven a ver las caras en las semifinales de Copa del Rey con la mente puesta en la final de mediados de abril. Los rojiblancos ya han hecho historia en esta competición, pero quieren seguir haciéndola y, de paso, vengar esa goleada que ridiculizó a cuerpo técnico y jugadores.

El "nuevo" Almería

Pero he ahí que el Almería volvió a tomar protagonismo. La nueva cara que tiene este equipo, de la mano de José Luis Oltra, la vio muy de cerca el Real Madrid. Si el 0-8 pudo suponer un golpe psicológico favorable para el Barcelona y desfavorable para los blancos, la llegada del nuevo entrenador supuso un golpe real.

Ese golpe real se tradujo en un empate, dos puntos que perdieron los de Mourinho y que se antojan fundamentales en esta Liga de dos. Un gol de Ulloa puso contra las cuerdas al Madrid, que consiguió arreglar la tragedia deportiva que se avecinaba gracias a un tanto del Pirata Granero. El Almería volvía a aparecer en todas las portadas, pero esta vez por buenas noticias para sus intereses. ¿Se vengarán del Barcelona y de ese 0-8? Tienen dos partidos por delante para ello.