"Es un éxito magnífico para Ferrari. Hemos sido muy competitivos todo el fin de semana. En la calificación vimos que teníamos un coche muy fuerte con ritmo carrera, pero con estas condiciones climatológicas nunca se sabe... Sabíamos que iba a ser difícil terminar y ganar. Es la primera carrera que ganó en mojado y eso me hace más feliz", señaló Alonso.
El nuevo líder del Mundial no quiso lanzar las campanas del vuelo al asegurar que "nada ha cambiado realmente", ya que con el "nuevo sistema de puntuación puede ocurrir cualquier cosa", como le ha sucedido en Corea a Red Bull, víctima de la "mala suerte" que provocó el abandono de sus dos pilotos.
Alonso extendió su mensaje de prudencia y recordó que "sigue habiendo cinco candidatos al título". Además, repitió que "la consistencia es la clave" para ganar este reñido Mundial. "Nos hemos centrado mucho en las seis o siete últimas carreras, pero no debemos olvidar las dos últimas", pidió.
El asturiano se despide con el mejor balance posible de Corea tras "un día en el que no se podía ganar el campeonato", pero en el que "un error podía costar caro", como le ha ocurrido a sus dos máximos rivales, Webber y Vettel. "Esta victoria tiene un sabor especial", concedió finalmente.
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