¿Y si 50 años después ha llegado el turno de Inglaterra?

Casi cincuenta años han pasado desde el 30 de julio de 1966, día en el que Inglaterra ganó en su casa, en el viejo Wembley, la final del único Mundial que luce en sus vitrinas: ahora, tras cinco décadas de frustraciones, el joven equipo inglés se ha propuesto hacer historia y romper el maleficio en la Eurocopa-2016.

"¿Y si somos nosotros?", se preguntaba el martes Daniel Sturridge acerca de las posibilidades de dar el gran golpe, tras un entrenamiento en la concentración del equipo en Chantilly, en las puertas de París.

Antes del primer partido del equipo en el torneo, el sábado ante Rusia en Marsella, Inglaterra ha conseguido volver a ilusionar a sus aficionados, con un plantel rejuvenecido, con una media de 25,8 años.

Este viernes, en la conferencia de prensa de la víspera del debut ante los rusos, el seleccionador Roy Hodgson no pudo evitar referirse a la travesía en el desierto de cinco décadas.

"Seguimos viviendo con el hecho que no hemos ganado nada en 50 años, ni alcanzado las semifinales en 20 años. Pero estamos concentrados en el presente", afirmó.

Inglaterra se convirtió en septiembre del pasado año en la primera selección, fuera de la anfitriona Francia, en asegurar matemáticamente su clasificación para la Eurocopa. Pudo acabar incluso con un pleno de diez victorias en otros tantos partidos, lo que disparó las expectativas.

La final ganada en casa en el Mundial de 1966 es la última de una gran cita a la que ha llegado Inglaterra, país considerado la cuna del fútbol y que ha visto cómo son habitualmente los otros los que levantan los trofeos.

Su mejor resultado en una Copa del Mundo en estas cinco últimas décadas desde Wembley fueron las semifinales de Italia-1990, donde cayeron en la tanda de penales ante Alemania Federal, la futura campeona.

También llegó a semifinales en dos Eurocopas, en la de Italia-1968 y, sobre todo, en la que jugó como anfitriona en 1996, donde de nuevo los alemanes y los penales le cortaron el paso. Y otra vez los germanos se proclamaron campeones.

En los últimos años, el equipo ha encadenado decepciones.

Tocó fondo al no poder clasificarse para la fase final de la Eurocopa-2008.

Después sí pudo conseguir el billete para el Mundial de Sudáfrica-2010, donde fue claramente superado por Alemania (4-1) en octavos de final y en la Eurocopa-2012 se vio superado en los penales de los cuartos de final por Italia.

En la anterior cita, hace dos años en Brasil, la decepción fue mayúscula, perdiendo los dos primeros partidos por 2-1 ante Italia y Uruguay, quedando ya matemáticamente sin opciones antes de un partido intrascendente contra Costa Rica (0-0) en el Mineirao de Belo Horizonte.

Pese al desastre brasileño, Roy Hodgson fue mantenido en el puesto y desde entonces el equipo parece haber resurgido de sus cenizas. Además de su recorrido impecable por las eliminatorias ha ganado en amistosos dentro del último año a selecciones de prestigio como Francia (2-0) o Alemania (3-2), dos de las grandes favoritas al título en la Eurocopa.

En los tres partidos amistosos de preparación para el torneo, los ingleses ganaron a Turquía (2-1), Australia (2-1) y Portugal (1-0), reforzando su confianza.

El clima antes del debut es distendido y durante la semana en la concentración inglesa ha habido mensajes optimistas.

"Estamos preparados. Espero que todo el mundo tenga la sensación de que es nuestra oportunidad", afirmó el miércoles Chris Smalling.

"Tenemos muchos jugadores que han brillado durante toda la temporada y espero que terminen de una manera espectacular, es lo que esperamos todos", apuntó.

Sturridge subrayó que "el ambiente del equipo es estupendo" y "más relajado" que en el pasado.

"Me gusta creer que podemos llegar hasta el final. No estaríamos aquí si no", señaló Kyle Walker.

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