Apuntan a Horacio Cartes como arquitecto de la llegada de Díaz a Paraguay

  • Mientras la hinchada paraguaya respira aliviada por la designación de Ramón Díaz como técnico de la selección, tras un año de búsqueda, algunos medios locales critican el supuesto protagonismo que tuvo en el nombramiento el presidente del país, Horacio Cartes, antiguo dirigente futbolístico.

Chema Orozco

Asunción, 4 dic.- Mientras la hinchada paraguaya respira aliviada por la designación de Ramón Díaz como técnico de la selección, tras un año de búsqueda, algunos medios locales critican el supuesto protagonismo que tuvo en el nombramiento el presidente del país, Horacio Cartes, antiguo dirigente futbolístico.

Rotativos como ABC Color dan por hecho que la designación del argentino Ramón Díaz, anunciada hoy, se "cocinó" la víspera en la residencia privada de Cartes, en Asunción.

Tanto ese diario como otros medios siguieron la pista de Díaz desde su salida de Argentina el miércoles, día en que llegó a Asunción.

La secuencia narrada ubica a Díaz bajando del avión en el hangar reservado para Cartes, donde lo esperó una escolta militar que luego le trasladó a la residencia privada del mandatario, que antes de asumir la presidencia, en 2013, fue presidente del Libertad, uno de los grandes del fútbol paraguayo.

En la mansión, según esos medios, ambos se dedicaron a ver el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana entre el River Plate, donde Díaz es una leyenda como jugador y entrenador, y el colombiano Atlético Nacional; y en el intermedio se fraguó el acuerdo.

Este jueves, cuando Cartes viajaba a Ecuador para participar en la cumbre de Unasur, Díaz fue presentado como nuevo entrenador por Alejandro Domínguez, presidente de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF), con un contrato de cuatro años.

Con ello acabó un calvario de meses por parte de la APF, desesperada ante la dificultad para hallar a un entrenador que supliera al interino, y anodino, Víctor Genes.

A poder ser un técnico de renombre y personalidad contrastada, alguien que insuflara aliento a una afición todavía sin recuperarse de la decepción que supuso no clasificar al Mundial de Brasil.

Una afición cada vez más decepcionada tras los últimos amistosos de su equipo nacional.

En ellos quedó en evidencia la ausencia de un proyecto y de un bloque sólido que enfrentara con garantías las que serán las metas de la "era" Díaz: la Copa América de Chile, entre junio y julio, y la clasificación para el Mundial Rusia.

Pero desde antes de finalizar ese capítulo deportivo, algunos periódicos se plantearon una cuestión de calado político: la conveniencia del Presidente de la República de implicarse en algo que es competencia exclusiva de la APF, si es que así lo hizo.

ABC Color, el más influyente de los diarios paraguayos, criticó que Cartes se inmiscuyera en un tema de esa índole cuando el país está envuelto en problemas de gravedad.

Entre ellos el "escándalo" por los supuestos vínculos entre miembros de la clase política y las redes del narcotráfico, una hipotética conexión que en Paraguay ha sido bautizada como "narcopolítica".

"Estos hechos demuestran que la política definitivamente se instaló en el fútbol, porque Horacio Cartes es el que aparece como el que está haciendo las negociaciones para que la Albirroja tenga entrenador", dice hoy un artículo del ABC Color.

Cierta o no cierta la "mano" de Cartes en el designio de Díaz, todos los medios concluyen en que al dirigente se le hace muy cuesta arriba apartarse del fútbol local, al que desembarcó en 2001 como directivo del Libertad.

En 2005, Cartes fue nombrado presidente del club, la catapulta hacia su carrera política, que culminó en 2013, cuando fue elegido como jefe del Ejecutivo del país guaraní tras ser respaldado por el Partido Colorado, al que se afilió a última hora.

Ya como Presidente, el pasado año los medios recogían la supuesta mediación que realizó entre el Barcelona y el argentino Gerardo Martino para que este aceptara dirigir al equipo catalán.

Sin embargo, algunos analistas paraguayos estiman que ya es hora de que Cartes se olvide de su pasado como uno de los "popes" del fútbol paraguayo y se dedique de lleno a los asuntos de gobierno.

Además alertan de una posible intervención de la FIFA en el asunto, cuya reglamentación no acepta ese tipo de incursiones políticas.

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