Muchos duelos nos está deparando este primer Clásico de la temporada. Uno de los más apasionantes es el que está viviendo Neymar, y la sorpresa en la alineación del Real Madrid, Dani Carvajal. Desde el comienzo Neymar se ha mostrado más insistente, lo que ha povocado que el lateral blanco no pueda incorporarse al ataque. De las botas de Neymar partió la primera ocasión para el Barcelona.
El brasileño encontró la conexión con Messi en la frontal del área, aunque todo se desbarató cuando el argentino buscó puerta desde fuera del área y el balón llegó mansamente a las manos de Diego López. Aún así, este primer intento levantó los primeros ¡uys! en la grada.
Pero Neymar no sólo se las está viendo con Carvajal. Sergio Ramos está siendo el encargado de hacer la cobertura al lateral, lo que ha provocado que, el hoy mediocentro del conjunto de Ancelotti, ya haya visto la primera cartulina amarilla para su equipo al frenar al internacional brasileño en una de sus internadas.
Según pasan los minutos Neymar se está encontrando cada vez más agusto. No duda en encarar cada vez que le llega un balón. En una de esas aceleraciones a las que nos tiene acostumbrados, nació el primer gol del encuentro. Con el balón en las botas de Andrés Iniesta, Neymar apareció como un rayo por la banda, recibió la pelota y tras un gran recorte en la que dejó sentado a Carvajal, soltó un derechazo raso al segundo palo al que no pudo llegar Diego López.
Con este primer tanto Neymar se estrena en su primer clásico, algo que no conseguía un jugador del Barcelona desde el 29.11.2010 cuando lo consiguió Jeffren. Hacía 15 años que un debutante no marcaba tan rápido en un clásico. El más rápido en conseguirlo fue Kluivert en la temporada 1998-1999 que lo hizo en el minuto 12.
Durante la primera mitad, todo el ataque del Barcelona pasa por su banda. Cada vez que recibe el balón se convierte en un dolor de cabeza para la zaga blanca. En una de estas llegó la primera protesta seria del brasileño. En el minuto 37 cuando se disponía a tirar un desmarque, cayó al suelo en un choque con Carvajal. El árbitro finalmente no consideró infracción a pesar las insistentes quejas del azulgrana. Con estas se llega al descanso. Neymar se marcha con cara de satisfacción gracias al tanto conseguido y al trabajo bien hecho.
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