El Bayern aplastó al Barcelona en 90 minutos de derroche físico y ambición. Los alemanes, salvo milagro 'Messianico' jugarán la final de Wembley. Todo lo que tenía color azulgrana fue un desastre que Vilanova no supo arreglar.
Todo el partido del Barça fue un mar de dudas, comenzando por la inclusión de Messi en el once titular. Nada salió bien y aunque el Barça le ganó la posesión al Bayern, no consiguió disparar a puerta hasta el minuto 69, eso lo dice todo.
El Bayern fue simplemente un rodillo, una apisonadora que no tuvo piedad del Barça. Robben y Ribéry fueron muy superiores en las bandas, ante Dani Alves y Jordi Alba, que se vieron superados constantemente.
Los balones aéreos fueron una pesadilla para el Barça durante los 90 minutos. Así llegaron los primeros goles. El primero de Muller y el segundo de Mario Gómez, en fuera de juego, ambos tras prolongaciones dentro del área.
En el Allianz Arena no funcióno el cerebro del Barça, el centro del campo, que estuvo totalmente perdido. Ante el Bayern no aparecieron ni Busquets, ni Iniesta, ni Xavi, que estuvo mucho más lento de lo habitual.
En la segunda mitad las tropas alemanas continuaron con su labor de destrucción. Así finiquitaron la semifinal, sin cometer un solo error defensivo, presión, velocidad, precisión y desborde. Todo lo que tiene que tener un equipo para triunfar en Europa.
El tercer gol llegó tras una exhibición de potencia de Robben que batió a Víctor Valdés en el mano a mano, aunque no debió subir al marcador porque hubo una clara falta sobre Jordi Alba. La sentencia la puso Muller a falta de 10 minutos para el final empujando el balón a la red y al Bayern a Wembley.¿Debió jugar Messi?
El argentino estaba 'tocado' física y mentalmente, con miedo a sprintar. Un jugador a medio gas nunca debería ser titular, pero Vilanova lo confió todo al argentino y la apuesta le salió mal.
El técnico azulgrana no supo corregir el error del nueve. Messi caminaba por el campo mientras a Pedro y Alexis no le llegaban balones. La defensa del Bayern campó a sus anchas durante todo el partido, formando un bloque infranqueable junto a Javi Martínez y Schweinsteiger.
Los cambios azulgranas debían haber llegado antes, el equipo necesitaba una referencia en ataque sí o sí. Tito no lo vio así, ¿por qué no confió en Villa y Cesc? La cara de 'El Guaje' cuando saltó al terreno de juego lo decía todo. El Barça acababa de recibir el cuarto gol, ¿qué hago yo ahora? debió pensar el asturiano.
Aún hubo tiempo en el partido para que Jordi Alba forzará una tarjeta y se borrara del partido de vuelta. La remontada parece imposible, mucho deben cambiar las cosas para que la eliminatoria de la vuelta en el Camp Nou.
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