El Benito Villamarín siempre es una plaza difícil, más cuando tus últimos resultados no han sido buenos, y todavía más cuando tus dos rivales directos han goleado en esta jornada. Sin embargo, estos condicionantes no infligieron daño alguno al Real Madrid. Una primera parte de ensueño con Kroos en la manija sentenció al Betis. Todos fueron felices. Incluso Ronaldo, al que se le resistió el gol hasta casi el final. El Madrid roza la perfección
Zidane lo había repetido en rueda de prensa, había que salir "con intensidad" desde el primer minuto. Tres empates consecutivos en LaLiga (cuatro si contamos el de Champions ante el Dortmund), eran demasiados y los blancos salieron a despejar dudas.
El balón fue de los blancos con un 4-2-3-1 en el que Kovavic, Kroos e Isco camparon a sus anchas. En la banda, Ronaldo estuvo muy activo y fruto de una falta provocada por el luso llegó el primer tanto visitante.
La puso Kroos con una rosca endiablada y en el minuto cuatro Raphael Varane ya había adelantado al Real Madrid. Fue un gol clave que hizo recuperar a los de Chamartín la confianza perdida.
El Betis respiraba cuando Joaquín tocaba la pelota pero le faltaban socios en la medular. Todo lo contrario a un Real Madrid que pudo aumentar su renta instantes después, si un remate de Ronaldo casi a puerta vacía, y otro de Bale al poste, hubiesen encontrado el camino a la red.
Sin embargo, la impaciencia no les invadió. Joaquín, el único faro verdiblanco falló y Kroos lo aprovechó. Lanzó la contra y regaló una asistencia de nivel a Benzema. Dos pases de gol del alemán en el partido, cinco ya en su cuenta particular en LaLiga, o lo que es lo mismo, Kroos es el máximo asistente de las cinco grandes ligas europeas.
Con un 0-2 en contra, el Betis estaba tocado, muy tocado, pero los disparos lejanos de Rubén Castro y las internadas por la derecha de Piccini dejaban abierta una puerta a la esperanza, siempre y cuando el marcador no fuese más abultado.
El problema es que el Madrid estaba decidido a no cometer los errores del pasado. En el minuto 38, un chut de Benzema desde la medialuna del área tocó en un defensa y el mal fario golpeó al Betis. El cuero llegó a Marcelo en fuera de juego y el lateral (hoy estaba en todas partes), marcó. El colegiado dio gol legal y el 0-3 subió al electrónico.
Todavía faltaba la guinda del pastel. Cuando los segundos se esfumaban camino del túnel de vestuarios, un contragolpe lanzado por Kovacic lo culminó Isco en lo que fue una jugada maestra. Ronaldo centró raso al segundo palo, Pepe dio el pase de la muerte e Isco remató a placer. Una transición que debería estar en la RAE para definir lo que es un contragolpe.El Betis tira de orgullo e Isco se exhibe
No le quedaba otra al Betis que quemar las naves y los de Poyet dominaron en el arranque del segundo acto. Como siempre, Joaquín estuvo a los mandos. El capitán vio cómo Pepe salvó bajo palos su remate de cabeza, pero el luso no estuvo tan fino en la siguiente acción.
Erró en la salida de balón y Cejudo no perdonó. El verdiblanco superó a Navas por bajo y sacó los primeros gritos de alegría del Benito Villamarín.
El Real Madrid parecía algo más partido y el Betis seguía atacando. Empatar se antojaba casi imposible, pero había que borrar la mala imagen de los primeros 45 minutos.
La ilusión se desvaneció en unos segundos. Los mismos que tardó la rosca del chut de Isco en limpiar las telarañas de la escuadra izquierda de Adán.
El malagueño anotó un golazo que hacía justicia a su gran partido, doblete incluido. Todo el mundo era feliz en el Madrid excepto una persona, Cristiano Ronaldo.
El delantero portugués había cuajado un buen encuentro siempre participativo y siendo muy generoso con sus compañeros, pero había fallado en varias ocasiones ante Adán.
Su autoexigencia le hacía ansiar un gol y, por suerte para él, lo consiguió en el minuto 78. Su mejor aliado fue Morata, que le dio un pase que finalmente Ronaldo aprovechó. Tras una jornada de selecciones en la que vio puerta en los dos partidos, el máximo goleador de la historia del Real Madrid demostró estar de vuelta con su club.
Noche imperial del Real Madrid en Sevilla. Con esta exhibición de juego y de goles se olvidan de un plumazo los cuatro empates consecutivos. Zidane parece haber solucionado el problema de su equipo.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios