Bilbao, 15 dic.- El Bilbao Basket ha cogido moral en Sevilla, con un valioso triunfo ante el Cajasol (72-75) en la última jornada liguera, de cara al decisivo choque europeo frente al EWE Baskets Oldenburg del próximo miércoles en Miribilla.
En ese encuentro contra el conjunto alemán, el último de la primera fase de la Eurocopa, el equipo de Rafa Pueyo está obligado a ganar para continuar en el torneo del que es vigente subcampeón. Y probablemente tenga que hacerlo por cinco o más puntos de ventaja.
Si gana por cinco o más puntos, el Bilbao Basket estará clasificado para el Top 32. Y si en otro de los partidos del grupo -el B- que tiene incidencia en la clasificación, el Elan Chalon sur Saone francés vence al Cedevita en Zagreb, al equipo vizcaíno le servirá simplemente con ganar al EWE Oldenburg.
Es más, en el caso de que a un triunfo francés en Croacia se sume uno local en Bilbao, se produciría un cuádruple empate entre el segundo y el quinto clasificados del Grupo B que probablemente daría el billete a la segunda fase a los dos equipos que jugarán en el Bilbao Arena.
Lo que deben de hacer Bilbao Basket y EWE Oldenburg, en todo caso, los sabrán ya antes de comenzar el choque. Ya que el encuentro de Zagreb está programado para el martes (19.00 horas) y el de Miribilla para el miércoles (20.30).
El tercer partido del grupo, entre el seguro colista Belgacom Spirou Charleroi y el ya definitivamente campeón de grupo Dinamo Banco di Sardegna Sassari italiano, también se jugará el martes en cancha belga (20.30).
A esta última jornada, curiosamente, el Bilbao Basket ha llegado en una situación más que inesperada, por lo positiva, el pasado martes por la noche tras sufrir una derrota en Chalon sur Saone que parecía dejarle eliminado.
Pero un triunfo improbable del ya eliminado Spirou en cancha alemana abrió a los de Pueyo la opción de rematar la clasificación en casa en la última jornada. Y, además, lo harán con el ánimo renovado tras un triunfo en el pabellón de San Pablo sevillano muy importante para la clasificación de la Liga Endesa, en la que ha encadenado tres victorias consecutivas.
Así, cuando parecía que un desastroso 0-5 inicial en el balance victorias-derrotas le dejaba imposible estar en la Copa del Rey, cuatro triunfos en cinco encuentros le han colocado a solo un partido de una octava plaza que podría asaltar, en función de otros resultados, si gana el domingo al Laboral Kutxa en Miribilla.
No sería ese triunfo en el derbi vasco un mal regalo de Navidad para el Bilbao Basket. Pero el premio gordo que buscan en estas fechas los Raúl López, Alex Mumbrú y compañía está más en Europa. En seguir en una competición, la Eurocopa, que muchos denostan pero en la que se mueve como pez en el agua y en la que ha vivido algunos de sus momentos más emotivos del último lustro.
Precisamente es a esos dos internacionales a los que se encomienda el Bilbao Basket de cara al miércoles, ya que son los que están aguantando el equipo en lo que va de curso ante los problemas de lesiones que ha sufrido (Bertans, Vrkic) y de un rendimiento por debajo de lo esperado en algunos jugadores (Carmichael, Gabriel, Hervelle, Grimau, Pilepic, Vrkic).
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