La sensación que ha trascendido del juego de Borja Valero en el Villarreal – Mallorca ha sido la de placidez. Se le ha visto cómodo, a sus anchas ante un rival cuya tímida presión apenas ha conseguido bloquear su fútbol. Su asistencia en el segundo gol castellonense, obra de Neymar, lo explica todo.
Recibe de espaldas el balón, a 30 metros de su portería. Orienta el balón para darse la vuelta y se lleva la pelota con fortuna ante dos rivales. Arranca, cruza la mitad del campo, avista a Neymar y con la izquierda le da un pase raso en largo para que defina ante Aouate. Unas cuantas gotas de calidad han bastado para decantar el partido del lado del Villarreal.
Con el choque encarrilado, el madrileño se ha dedicado a bajar su intensidad. Pases fáciles, de primera y en corto, pero sin perder de vista el ataque. Rossi ha tenido el tercer gol en sus pies tras un preciso envío de Valero, pero ha estrellado el balón en el portero israelí del Mallorca. Sustituido en el minuto 70 por Camuñas, el Villarreal ha sufrido algo más sin él en el campo.
En la primera parte, altos y bajos. Contra su exequipo ha arrancado con fuerza, como el Villarreal, pero cuando los baleares han apretado, su fútbol ha perdido presencia. La victoria ante el Mallorca puede suponer el inicio del ascenso del Villarreal, y en El Madrigal todo gira alrededor de Borja Valero.
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