Brasil salvó el honor con Murer pero debe mejorar para Rio-2016

La medalla de Murer, de 34 años, estuvo a punto de ser de oro, pero la cubana Yarisley Silva le arrebató ese honor en el último momento y dejó a la saltadora paulista con una plata con un pequeño sabor amargo.

Brasil pudo al menos regresar al medallero del Mundial de atletismo, después de quedar fuera del mismo en el Mundial de Moscú-2013, y consiguió su primera medalla desde que la propia Murer se coronara campeona en Daegu-2011, en el que es el único oro del gigante sudamericano entre las doce medallas que ha ganado en su historia en este evento.

Pero el diagnóstico a un año de los Juegos Olímpicos, donde el atletismo es el rey de los deportes, tiene que ser por fuerza preocupante, ya que ningún otro pudo ni siquiera acercarse a la lucha por los podios.

Murer afronta en Rio-2016 su gran despedida y querrá retirarse con una medalla e incluso un título ante su público, pero tendrá entonces 35 años y no lo tendrá sencillo ante las figuras emergentes de la garrocha.

"Estoy muy contenta y siento algo diferente respecto a otras medallas ya que es la parte final de mi carrera y quiero aprovechar cada momento", declaró la saltadora de Campinas al término de la prueba.

Su actuación fue la más destacada del nutrido equipo brasileño de Pekín-2015, donde la marcha fue otra disciplina donde los resultados fueron esperanzadores.

Brasil fue el mejor país latinoamericano en la marcha, con sendos sextos puestos en los 20 kilómetros, para Caio Bonfim y Erica de Sena.

Entre las principales decepciones de la participación brasileña en Pekín se encontró, ya en el primer día de la competición, la inesperada eliminación en la ronda clasificatoria del joven garrochista Thiago Braz, cuarto en el Mundial bajo techo del año pasado en Sopot-2014 y que parece a sus 21 años llamado a pelear contra los mejores.

Braz ha tenido un año marcado por una lesión y su prioridad es poder estar en buena forma en 2016, para poder llegar a los Juegos de Rio con opciones de hacer algo importante.

"Ha sido un problema de cabeza y de técnica. Ahora tengo que pensar en preparar 2016, que es un año importante por los Juegos Olímpicos en mi país. La base será tener una buena preparación y no lesionarme, para poder llegar en óptimas condiciones a esa cita en casa", dijo tras no poder lograr el billete para la final.

En los relevos, donde Brasil estuvo a punto de conseguir una medalla en el Mundial de Moscú en el 4x100 femeninos, el país no consiguió entrar a ninguna de las tres finales a las que aspiraba (4x400 masculina y 4x100 en ambos sexos).

Antes del Mundial, el atletismo brasileño ya había preocupado con una única medalla de oro -Julia Dos Santos en 5.000 metros- en un total de ocho medallas en los Juegos Panamericanos de Toronto en julio.

Pekín no ha tranquilizado los ánimos y el atletismo brasileño se enfrenta a un año de mucho trabajo para estar a la altura ante su público.

dr/jt