Carolina Marín, la mejor deportista de 2015 que cierra un año de ensueño en la cima del bádminton

En dos años a Carolina Marín (Huelva, 15 de junio de 1993) le ha cambiado la vida. Y no es para menos. En los días previos a la Navidad las llamadas para concertar entrevistas no cesan, el ritmo de entrenamientos no baja y su nuevo jefe de prensa tiene que hacer mil maniobras para tener contentos a los medios de comunicación. Todo ello tiene un motivo: Carolina Marín es la mejor deportista española del año 2015 después de revalidar su título mundial el pasado mes de agosto en Indonesia. Otro milagro en un país que nunca fue devoto del bádminton y que hoy presume de una deportista que se ha convertido en una estrella mundial en España y el resto del mundo.Porque la leyenda española se comenzó a forjar desde el tablao. De pequeña comenzó con el flamenco hasta que comenzó a darle al volante en el club de bádminton IES La Orden de su ciudad natal, Huelva. Para eso tenía ocho años y a los 12 años ya estaba compitiendo. Tal fue su destreza y habilidad desde el comienzo que tuvo que marcharse al Centro de Alto Rendimiento Joaquín Blume de Madrid para poder cumplir sus sueños. Pero todo lo bueno tiene una parte negativa. Para poder entrenar en Madrid debía separarse de su familia a la edad de 14 años. Era sólo una niña."Fue muy complicado. Yo era una niña de 14 años y además soy hija única. Ellos cuando podían venían a verme pero no podían subir casi nunca por trabajo. Fue una decisión muy dura", comenta a lainformacion.com minutos después de acabar su último entrenamiento del año. Sabe que en 2016 debe volver a la cima."Hay que tener en cuenta que soy hija única, con padres separados, pero desde que era una niña tenía claro que quería jugar al bádminton y para ello me tenía que ir a Madrid. ¿Si fue más difícil separarme de mis padres o ganar dos mundiales? Son situaciones diferentes. Los mundiales también han sido difíciles de conseguir", relata.Y es que tras hacer historia subiéndose a lo más alto del podio en el Mundial de Dinamarca 2014, Carolina Marín revalidó su título tras vencer a Saina Nehwal en la final del Mundial celebrado en Yakarta (Indonesia) el pasado mes de agosto. Algo que años atrás sólo había estado al alcance de la chinas. "Me quedo con los dos mundiales porque son diferentes. El segundo quizás fue más complicado porque me lesioné y llegué muy justa", comenta a este periódico.A un mes para la cita mundialista, la onubense sufrió una fractura por estrés en el quinto metatarsiano del pie derecho. Surgieron dudas sobre su presencia pero se presentó en una final con historia. Porque días antes de la cita la bicampeona del mundo rompió a llorar bajo la soledad de la habitación del hotel. Había soportado demasiada presión. "Lloré porque en el partido de semifinales no jugué bien. Llegué a la habitación del hotel y me puse a llorar con mi entrenador. Lo que hice fue desahogarme y me fue bien porque me quité un peso de encima", confiesa.Mundial a parte, la onubense también conquistó el Abierto de Australia, Francia y Hong Kong en un 2015 mágico empañado por sus líos con la Federación Española de Bádminton que no supo canalizar los logros. "A la Federación se le han subido mis éxitos a la cabeza", dijo a este periódico hace unos meses. Ahora es más cauta: "Empieza un nuevo año y en 2016 no quiero hablar de este tema, solo centrarme en los JJOO"."Si viviera en China sería millonaria"Y cuándo se habla de dinero la pregunta es clara: ¿puede vivir una bicampeona del bádminton en España? "En España es muy complicado. Si viviera en China sería millonaria porque está muy bien valorado, no como aquí. En Asia es más fácil vivir, por ejemplo la números dos del mundo, Saina Nehwal, que es ahora mi gran rival, es millonaria", sentencia."Realmente en Asia te sientes más valorada. La gente me para por las calles, me saluda, me pide autógrafos, fotos…", sigue.Ahora, en 2016, la onubense seguirá teniendo la difícil premisa de conservar el número 1 del ránking mundial además de subirse a lo más alto del podio en los primeros abiertos de la temporada. Todo ello con los Juegos Olímpicos en el horizonte. "Estoy preparando los torneos que tengo ahora y los JJOO empezaré a prepararlos en mayo. Gracias a mi ránking estoy clasificada directamente. Soy la única español que estará en Río en bádminton", finaliza una Carolina Marín que ha dado un nuevo deporte a un país que tan solo cuenta con 7.000 licencias. "No sé si es un milagro o una suerte. Sólo sé que hay mucho trabajo detrás".