Champions League, Bayern Munich 2-0 Juventus: Alaba y Muller le amargan la vida a los italianos... y a Guardiola

    • El Bayern de Munich demostró ante la Juventus porqué es uno de los grandes favoritos a ganar la Champions League.
    • El recital empezó a los 25 segundos y se prolongó durante los noventa minutos.

Cuando algo comienza mal... muchas veces sólo puede ir a peor. No es un dicho ni una frase hecha, pero es una verdad innegable en deporte que la Juventus pudo comprobar y sufrir en primera persona. En el que podía ser la eliminatoria más emocionante de los cuartos de final, los italianos sucumbieron ante un Bayern que sacó a relucir todas sus virtudes -para desgracia de un Pep cuyo listón para el año que viene es cada vez más alñto- y que apabulló desde el minuto uno. Incluso desde antes.

Ya en el segundo veinticinco el Bayern comandaba el marcador gracias a un afortunado gol de Alaba. El mediocentro chutó fuerte, desde lejos. El balón lo desvió un jugador de la Juventus con la puntera, engañando a Buffon e impidiéndole que pudiera detenerlo. Lo peor es que los transalpinos eran quienes habían sacado de centro. En menos de medio minuto perdieron el balón y encajaron un gol. Conti, en el banco ni se lo creía.

Pero eso no iba a ser todo. Robben, que salió al cuarto de hora desde el banco por el lesionado Kroos, se empeñó en demostrar que eso de que las defensas italianas son impenetrables es un mito. Tanto él como Ribéry penetraron mil y una veces entre los centrales juventinos. Desde fuera, como si fueran arqueros que cubren las espaldas a sus compañeros, Alaba, Schweinsteiger y Muller asustaban a Buffon con tiros desde fuera.

Un muro casi inexpugnable

El portero italiano dio un recital de cómo se debe parar. Entre él, los palos y el desacierto alemán evitaron una goleada al descanso. No había señales de vida de una Juve que ni siquiera sabía cómo contraatacar.

El cambio de campos fue sólo eso, de campos; porque el fútbol lo siguió poniendo el Bayern. El fútbol, y los goles, o, de nuevo, un solo gol. El anotador fue Müller, que recibió el pase de la muerte de un Mandzukic que recogió antes que nadie un rechace de Buffon tras tiro de Robben.

El Bayern siguió insistiendo, sin caer en la comodidad del resultado, en el miedo de poder encajar o en la mediocridad de conformarse con el marcador. Eso sí, ningún balón más besó las mallas de la portería de una Juventus cuyo futuro es negro, aunque necesita casi un milagro para remontar en Delle Alpi en ocho días.

Pobre Pep

Viendo esto, quizá Guardiola se arrepienta de haber firmado con el Bayern. El año que viene llegará a un equipo que va a ganar la liga y que está a un paso de plantarse en las semifinales de Champions League.

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