Atrás quedó aquella obligación de salir con los dorsales del 1 al 11, que acabaría aboliendo la Federación Inglesa allá por el año 1993. Casi a la vez, los nombres de los jugadores se colocaban encima de cada número. El Milan que visitó el Camp Nou para jugar ante el Barcelona hubiese celebrado el poder poner dorsales extraños en sus espaldas.
Siete jugadores vistieron la elástica rossonera, blanca este desplazamiento, con número no habituales, raros. Comienza en la portería, con el "32" de Christian Abbiati. Y sigue con uno de sus defensas centrales, Thiago Silva que sale con el 33. Boateng con el "27" o Emanuelson con el "28" podrían pasar por canteranos en cualquier otro equipo, algo no tan difícil de ver.
Pero falta el trío de números extraños con diferencia. Dos defensas del Milan se llevan la palma: por un lado Luca Antonini con el "77" y por otro, el colombiano Mario Yepes con el "78". Pero tenía que llegar alguien tan controvertido como Antonio Cassano para dar la nota con ese "99" con el que saltó en el once inicial del Milan. Eso sí, los "dieces" los vestían dos grandes como Clarence Seedorf y Leo Messi.
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