La temporada pasada no hubo 'pelea', el estado físico del brasileño lo impidió. Özil lo aprovechó para hacerse con la titularidad y cuajar una espectacular campaña que le consagró entre los mejores jugadores de Europa. Con la edad del alemán (23 años) y el rendimiento que ofreció, en el madridismo creió la idea de que Kaká podría ser prescindible. Las bajas prestaciones y sus lesiones desde que luce la camiseta blanca, habían diluido la expectación que generó su llegada hace un par de veranos.
Esta campaña las cosas han cambiado. Kaká ha olvidado sus problemas físicos y Mourinho le ha ido administrando para que fuera alcanzando un buen estado de forma. Le ha costado, y se ha ganado algunas críticas del Bernabéu, pero tras cada partido que juega, más recuerda al 'Balón de Oro' que enamoró al mundo del fútbol con la camiseta del Milan. Sus galopadas, sus conducciones, sus goles,… todo apunta a que al fin, y para el bien del Madrid, Kaká está de vuelta (pese al parón que ha supuesto la contusión que le ha dejado fuera de la lista para medirse al Olympique de Lyon).
El perjudicado es Özil, que parece estar acusando la presión de pelear por un puesto con el que era, hasta hace poco, uno de sus ídolos. Su rendimiento ha bajado, y ha tenido algunas actuaciones grises en las que no ha estado fino ni físicamente ni futbolísticamente. No ha visto puerta en los diez partidos de Liga que ha jugado aunque ha dado cuatro asistencias.
Kaká ha disputado el mismo número de partidos, que también han estado repartidos de la misma manera: seis como titular y cuatro como suplente. Pero hay diferencias, ya que ha estado sobre el terreno de juego menos minutos (502 por 589 del germano), y ha tenido más acierto cara a portería, marcando tres goles y repartiendo una asistencia.
La sonrisa de Kaká, esa que conquistó San Siro y a Florentino Pérez, esa que apenas han disfrutado en Chamartín, cada vez es más frecuente. Y no sólo los rivales lo están acusando: el que ha sido el 'niño mimado' del madridismo, Özil, su rival por el puesto, pasa más tiempo en el banquillo y con la cabeza gacha. Está cediendo en su pulso, y Kaká lleva camino de ganarlo. En Lyon, escenario maldito para el Madrid, tiene la ocasión de recuperar el terreno perdido.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios