Londres, 13 sep.- Las directivas del Chelsea y el QPR tratan esta semana de rebajar la tensión creada a raíz del enfrentamiento entre John Terry y Anton Ferdinand la temporada pasada, que terminó con el defensa "blue" en los tribunales acusado de proferir insultos racistas a su rival.
Antes del encuentro de liga que les enfrentará el próximo sábado en Loftus Road, las dos entidades londinenses están buscando fórmulas para no espolear el conflicto, después de que Anton Ferdinand comunicara a su entrenador que no tiene intención de estrechar la mano a Terry antes del choque.
Un juez absolvió el pasado julio al futbolista del Chelsea, de 31 años, de un delito de alteración del orden público con agravante racial por haber insultado a Ferdinand, un extremo que el magistrado de distrito Howard Riddle consideró probado en su veredicto.
A pesar de que quedó acreditado que Terry se dirigió a su rival en términos racistas, el juez consideró que era imposible desmentir la versión del capitán del Chelsea, por lo que le declaró no culpable.
El defensa argumentó que solo repitió las palabras que le había dirigido Ferdinand previamente, lo que le libró de la multa de 2.500 libras (3.075 euros) que como máximo le habría impuesto la justicia.
Aún así, la federación de fútbol inglesa (FA), abrió posteriormente una investigación sobre el caso, que la temporada pasada levantó una agria polémica en la liga inglesa y desencadenó la renuncia del seleccionador Fabio Capello.
La FA decidió de manera unilateral despojar del brazalete de capitán de Inglaterra al defensa del Chelsea a raíz del incidente con Ferdinand, un gesto que Capello consideró una afrenta a su autoridad como seleccionador, por lo que decidió renunciar a su puesto pocos meses antes de la Eurocopa de Polonia y Ucrania.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios