China dominó una Universiada con muchas medallas para España y México

Pekín, 23 ago.- La XXVI Universiada cerró hoy sus puertas en la ciudad meridional china de Shenzhen con un esperado y abrumador dominio de la anfitriona china en el medallero final y muchas medallas para España y México, aunque pocas de oro.

China cerró su participación con 145 medallas, 75 de ellas de oro, seguida muy de lejos por Rusia en segundo lugar (132 medallas y 42 oros) y Corea del Sur (79 preseas, 28 oros).

Es la cuarta vez que China se sitúa en lo más alto del medallero universitario, después de haberlo logrado también en los primeros juegos de este tipo que acogió (Pekín 2001), en Daegu 2003 y en Bangkok 2007, aunque todavía no lo ha conseguido lejos de Asia.

Estados Unidos, gran rival actual de China en los medalleros olímpicos, se tuvo que conformar con el quinto puesto de los juegos universitarios (50 medallas y 17 oros), pese a haber dominado en uno de los deportes rey, la natación, en la que se llevó 12 oros.

Entre los representantes de habla hispana, España fue el que terminó en mejor posición, la vigésimo segunda, al llevarse 14 medallas (dos de oro, cinco de plata y cinco de bronce) repartidas en natación (seis metales), taekwondo (cuatro), atletismo (uno) y tenis (uno).

España cierra así con más preseas que en Belgrado 2009, la anterior edición de los Juegos Universitarios, donde consiguió 10 metales, aunque en la capital serbia se llevó dos oros más que en China.

Los oros españoles en 2011 fueron en los 20 kilómetros marcha, para la atleta Julia Takacs, y en natación, donde Melania Costa, que consiguió cuatro medallas en la Universiada, ganó el oro en los 200 metros libres.

México, por su parte, fue el país latinoamericano con más medallas, al cosechar 17 metales (un oro, cuatro platas y 12 bronces), aunque el menor número de preseas doradas le relegó al trigésimo segundo puesto en el medallero final.

Los saltos de trampolín o clavados fueron la principal fuente de metales para los mexicanos, que se llevaron allí siete medallas, aunque también destacaron las seis de sus taekwondistas, mientras que se llevaron una medalla en tenis, golf, halterofilia y tiro con arco.

Mención especial merece la actuación mexicana en clavados, ya que el país fue, tras el anfitrión, el segundo mejor en este deporte, y además privó a China de lograr el monopolio universitario, ya que el único oro no chino en la disciplina fue para la laureada Paola Espinosa, en plataforma de 10 metros.

Como España, México mejora las cifras absolutas de hace dos años, cuando logró 12 medallas, pero empeora en oros, ya que se llevó tres en Belgrado, por lo que baja puestos en el medallero.

Ecuador y Cuba cerraron la colección de medallas de los países de habla hispana con dos preseas mas, el bronce del ecuatoriano Andrés Chocho en 20 kilómetros marcha y un trofeo del mismo metal para el cubano Rosbelis Despaigne en la categoría más pesada (más de 87 kilos).

Por deportes, cabe destacar el dominio ruso en atletismo, al llevarse 11 de los 50 oros disputados en el deporte, y el segundo lugar de los jamaicanos, que emularon a sus "hermanos mayores" de los Juegos Olímpicos y arrasaron en las pruebas de velocidad (ganaron los 100 y 200 metros masculinos y femeninos).

En gimnasia, China dominó pero sin llegar a monopolizar como hiciera en Pekín 2008, llevándose 11 de los 29 oros sumando las modalidades artística, rítmica y aeróbic.

En las disciplinas de equipo, cabe destacar el oro del equipo japonés masculino de fútbol (país que en féminas obtuvo la plata), las victorias de Serbia tanto en baloncesto como en waterpolo masculino, y el oro ruso en voleibol.

Los Juegos, disputados del 12 al 23 de agosto en Shenzhen, ciudad vecina a Hong Kong, batieron el récord de atletas participantes (10.603 de 151 países) y deportes disputados (24, entre ellos disciplinas no olímpicas como el ajedrez o el aeróbic, o que lo van a ser en el futuro, como el golf).

La siguiente edición de estos juegos, que Ciudad de México acogió en 1979 y Palma de Mallorca en 1999, se disputará en 2013 en la ciudad rusa de Kazan.