Cita de "históricos" en la despedida de Raúl en Old Trafford

  • Redacción deportes.- Recuerdos, fiesta y Jurado como sorpresa. Casi todo ocurrió según lo previsto en Old Trafford, el especial escenario donde esta noche se despidió Raúl e inscribió su nombre como goleador José Manuel Jurado.

Cita de "históricos" en la despedida de Raúl en Old Trafford
Cita de "históricos" en la despedida de Raúl en Old Trafford

Redacción deportes.- Recuerdos, fiesta y Jurado como sorpresa. Casi todo ocurrió según lo previsto en Old Trafford, el especial escenario donde esta noche se despidió Raúl e inscribió su nombre como goleador José Manuel Jurado.

No se quiso perder este triunfo local (4-1) Pep Guardiola, que viajó a Inglaterra tras asegurar anoche el pase de su Barcelona a la final para tomar nota de quiénes les esperan el 28 de mayo en Wembley.

Si bien Manuel Neuer, portero pretendido por el Manchester para reemplazar a Van der Sar la próxima temporada, fue protagonista de la ida de semifinales en Alemania, la vuelta desveló al gaditano Jurado, ex jugador del Atlético de Madrid, autor del único tanto del Schalke, en el que ha coincidido con Raúl González.

Dieciséis años de máxima entrega en el club blanco y nueva ilusión para renacer en Alemania describen al madrileño y siempre madridista, también máximo artillero en la historia de la Liga de Campeones (con 71 goles), que se reencontró hoy con las gradas de Old Trafford tras ausentarse en ese campo por lesión en la campaña 2002-2003.

En su memoria prevalecen los dos tantos que marcó el 19 de abril de 2000 en los cuartos de final de esta misma competición, que sirvieron para que el R.Madrid llegara a la primera final disputada entre dos equipos del mismo país: contra el Valencia y con victoria de los merengues.

Un nombre acompaña la experiencia de Raúl en ese estadio, también conocido como "Teatro de los Sueños", y es el del argentino Fernando Redondo, que asistió al español en una de sus dos definiciones aquel día.

Raúl no esconde su fervor por las legendarias figuras del United ni su ilusión por irrumpir de nuevo en su campo.

Pero, al parecer, la admiración es mutua con Giggs, con quien se intercambió su camiseta la semana pasada, el mismo día en que el todavía internacional de Inglaterra se convirtió en el futbolista con más edad en marcar en la Liga de Campeones tras hacerlo ante el Schalke a sus 37 años y 148 días.

Dos décadas de fiel trabajo para el Manchester avalan al galés y a su compañero Scholes, guía y talismán para Ferguson al que quiere conservar en su once titular para los partidos más decisivos.

El centrocampista ha sido clave en varias ocasiones cuando el Manchester disputaba semifinales europeas. Está claro que ya no es la fuerza bruta que era en su temprana juventud, pero su presencia en esas noches sigue siendo vital, al menos para la conciencia del entrenador.

Tras perderse la épica final de 1999, en 2008 marcó el único gol de la eliminatoria contra el Barcelona para asegurar una plaza al equipo en la final de Moscú.

"Scholes trabaja mejor bajo presión", opina Rina Haria, una treintañera británica, de origen indio, que apoya al Manchester incluso con su vestuario de estar por casa, según explicó a Efe mientras esperaba el arranque del partido.

Llegado ese momento, Old Trafford ofreció una imagen y, sobretodo, unas vibraciones muy distintas a las de ayer en el Camp Nou.

Ingreso distendido de los dos equipos, que contrastó ferozmente con la tensión entre Barça y Madrid en la víspera, saludo entregado de Raúl a cada uno de sus rivales y abrazos y conversación entre los contrincantes al término del partido.

Durante el espectáculo, en las gradas destacaban las bufandas con el rostro de Raúl, para el que Ferguson había pedido respeto antes del encuentro.

Entre el barullo de aficionados y fuera de tribuna, un Pep Guardiola concentrado en la final no perdía detalle de las hazañas de los ingleses, a las que también atendía de cerca una de las grandes leyendas del Manchester: Sir Bobby Charlton.

Mientras los muchachos de ahora buscaban su camino para levantar la cuarta Copa de Europa (después de las de 1968, 1999 y 2008), el exdelantero, de 73 años, rememoraba sus 247 goles para el club y la primera Copa de Eurocopa, que alzó tan sólo diez años después del Desastre de Múnich.

No es de extrañar que un exmilitante se emocione al entrar en ese coliseo, pues también para los adversarios resulta un escenario emblemático.

Luis Enrique, el exjugador del Real Madrid, ya recibió sus elogios por marcar el 16 de septiembre de 1998 en Old Trafford en la fase de grupos de la Liga de Campeones, pero el gol español más recordado seguirá siendo, por el momento, el "Iniestazo".

El albaceteño Andrés Iniesta cambió el rumbo de la selección española en ese estadio con el tanto de la victoria (0-1) en el amistoso frente a Inglaterra en febrero de 2007, durante la precampaña para la triunfal Eurocopa del año siguiente.

Celia López

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