Copa Davis, España-Ucrania: Radiografía de la Caja Mágica, una pista de tenis al estilo Roland Garros para Rafa Nadal

La pista sobre la que España y Ucrania se jugarán seguir o no seguir en el Grupo Mundial de la Copa Davis este fin de semana es prácticamente idéntica a las que hay en Roland Garros, torneo dominado en los últimos años por Rafa Nadal y la Armada española. Después de que el sorteo decidiese que la eliminatoria se jugaría en terreno patrio y de que la Federación Española de Tenis eligiese a Madrid -y la Caja Mágica- como sede de los partidos, dos empresas de España y Francia se pusieron manos a la obra para ofrecer una pista de garantías y en la que los Rafa Nadal, Tommy Robredo, Fernando Verdasco y Marc López se sientan a gusto.

Durante los tres días que durarán los partidos, los espectadores y los tenistas sólo verán una de las muchas capas que tiene la pista Manolo Santana, la central de la Caja Mágica. Todos verán el tradicional color rojo del polvo de ladrillo y eso que apenas habrá tres milímetros de espesor en el suelo de este material que, además, no es el más importante a la hora de fabricar una pista.

Como se puede apreciar en la imagen, una cancha de tenis es más profunda de lo que parece. La fotografía corresponde al perfil de una tierra de exterior, con seis capas diferentes. La inferior corresponde al suelo natural donde se vaya a instalar la pista. Las dos siguientes están formadas por grava -con piedras más o menos grandes- cuya función es la de absober el agua y evitar que se acumule. Suele tener un grosor de entre cuarenta y sesenta centímetros y es un material exclusivo de pistas al aire libre.

Las piedras negras corresponden a una capa imprescindible y que puede estar formada por dos materiales: piedra volcánica o ladrillos de arcilla. En ambos casos su función también es la de absober la humedad e impedir que ésta llegue hasta la superficie.

En penúltimo lugar se encuentra esa masa compacta de color blanco que se denominca la 'pastilla'. Es una masa esponjosa que drena el agua y retiene la humedad. Es, quizá, la capa más importante de toda pista porque sobre ella va la tierra batida.

Cuando se mezcla el polvo de ladrillo con esa pastilla y se humedece bien se logra formar la denominadada 'piel' de la pista, es decir, una pequeña capa de apenas un milímetro o dos de tierra batida muy húmeda y muy compacta que está pegada a la pastilla. Sobre esta piel se echa el resto de tierra batida. Unos dos milímetros en el caso de las pistas cubiertas y unos cuatro o cinco en el caso de pistas exteriores.

Para que la pista esté en condiciones óptimas constantemente debe mantener un cierto nivel de humedad. Si se seca mucho, la arcilla se converte en polvo y si se humedece demasiado rápido, la pista se convierte en un charco.

En la pista Manolo Santana, dado que es de interior, apenas hay una capa de tres milímetros de tierra batida. Puede parece poco, pero es lo suficiente para que la bola se ralentice al botar pero pueda coger el suficiente impulso para botar alto y coger efectos de todo tipo.

Ésas son dos características que favorecen, y mucho, el juego de un Rafa Nadal que basa su juego en la variación de alturas en sus golpes y el revés liftado. De ahí que el manacorí se sienta muy cómodo en pistas como Montecarlo o Roland Garros. Allí, además, cuenta con la ventaja de que juega casi a nivel de mar, por lo que la resistencia del aire a la pelota es mayor, lo cual hace que pierda más velocidad aún.

Este fin de semana, por tanto, el equipo madrileño contará con una gran ventaja a su favor, además del apoyo incondicional del público. Será la de un terreno de juego adecuado a las características de su juego y sobre el que llevan compitiendo toda la vida.