Unas seis mil personas animarán al Mirandés en las gradas del Estadio Municipal de Anduva para ver si su equipo logra una gesta al alcance de muy pocos: llegar a las semifinales de la Copa del Rey formando parte de la Segunda B. De hecho, sólo un equipo lo ha logrado antes, el Figueres, en 2002. Antes lo hizo otro equipo, el Deportivo Logroño, pero fue en 1931, cuando no existía la Segunda B. En su caso, llegó siendo equipo de Tercera.
La gesta del Figueres acabó ante el Deportivo de La Coruña, pero antes, fue caaz de eliminar al Barcelona, además de Teruel, Córdoba, Novelda y Osasuna. En el caso del Deportivo Logroño, su verdugo fue el Athletic, pero antes había sorprendido eliminando a la Cultural y Deportiva Leonesa, al Valladolid y al Castellón.
El Mirandés podía haber llegado al partido de vuelta con un resultado muy favorable si el partido de ida en Cornellá-El Prat hubiera durado sólo 84 minutos. Para su desgracia, el 0-2 se convirtió en un 3-2 en los seis minutos finales. De lograr la gesta, podría enfrentarse en semifinales al antiguo rey de Copas, el Athletic, que tiene un 2-0 de ventaja en su eliminatoria con el Mallorca.
Y si entonces hiciera historia, se encontraría en la final con uno de los cuatro primeros de la Liga BBVA: Real Madrid, Barcelona, Valencia y Levante. ¿Se meterá en la fiesta de los grandes? ¿Demostrará que la Copa es el terreno del K.O. aunque sea un torneo organizado para favorecer a los equipos de Primera división (eliminatorias a doble artido, los Primeras entran más tarde)? Lo cierto es que posiblemente millones de personas vayan con un equipo que el entrenador del Espanyol, Mauricio Pochettino, calificó como "simpático". David siempre ha caído mejor que Goliath.
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