Pau (Francia), 17 jul.- Cuatro clásicos pirenaicos, Aubisque, Tourmalet, Aspin y Peyresourde, configuran la primera cita de gran montaña del último macizo, dinamita pura en las piernas de un pelotón que acumula ya dos semanas de competición en el Tour.
La primera cita con los Pirineos no culmina en un alto, una estrategia puesta en práctica por los organizadores para alentar los ataques de más distancia y que los favoritos para la general no aguarden a la última subida para quemar las naves.
La jornada prácticamente carece de reposo, con la casi totalidad de los 197 kilómetros entre Pau y Bagnères-de-Luchon entre subidas y descensos.
Todo comienza con el ascenso al Aspin, sus 16,4 kilómetros con el 7,1 % de desnivel medio; sigue el temido Tourmalet y sus 19 kilómetros de constante ascenso hasta sus 2.215 metros, techo de la edición, y su pendiente media del 7,4 %; más suave se presenta el ascenso al Aspin (12,4 kilómetros al 4,8 %) y el definitivo a Peyresourde, de 9,5 kilómetros al 6,7 %, cuya cima se sitúa a algo más de 15 kilómetros de la meta, todos ellos en frenético descenso.
Será la penúltima oportunidad para los escaladores de jugar sus bazas en al general, antes de que la etapa con final inédito en Peyragudes deje la edición vista para la sentencia de la contrarreloj del sábado.
- Etapa 15: Pau - Bagnères-de-Luchon (197 kilómetros)
Salida: 11.20 horas
Llegada prevista: entre las 17.17 y las 17.40
Sprint intermedio: km 87
Montaña:
Km. 53,5: Col d'Aubisque (E), 16,4 km al 7,1 %.
Km. 120,5: Col du Tourmalet (E), 19 km al 7,4 %
Km. 129: Col d'Aspin (1a), 12,4 km al 4,8 %.
Km. 181,5: Col de Peyresourde (1a), 9,5 km al 6,7 %.
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