El estadio Rasunda de Solna será uno de esos estadios ligados por siempre a la historia del fútbol. Allí, el Brasil de los 50', con 'O Rei' Pelé añ frente, se llevó la copa del mundo venciendo en la final a los anfitriones suecos por dos goles a cero. Más de cincuenta años después, dicho estadio va a ser derribado. Por ello, tanto suecos como brasileños acordaron jugar allí el que sería el último partido que albergaría dicho estadio.
Brasil y su nueva cara
El partido, pese a ser amistoso, tenía un gran aliciente: el de ver a la nueva Brasil de los jóvenes. La idea de los canarinhos es consolidar un equipo basado en la juventud que pueda llegar a 'su' Mundial de 2014 con plenas garantías de levantar por sexta vez la copa dorada. Los Neymar, Óscar, Sandro, Damiao o Ramires están llamados a llevar los galones de la selección más histórica del planeta. Ya demostraron en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 que pueden dar guerra, pese a que no pudieron vencer a México en la final.
Ante Suecia han vuelto a enseñarle al mundo que calidad y potencial tienen y mucho. En un partido no demasiado brillante, pero sí muy trabajado y con un fútbol elaborado y continuado, pasó por encima de los suecos. Neymar parece el referente claro de un equipo con clara vocación ofensiva. El jugador del Santos tiene libertad para moverse por todo el campo. Detrás de él actuaron Ramires, Romulo, Paulinho y Oscar, encargados de marcar el ritmo de juego, surtir a los de arroba de balones y hacer daño llegando desde atrás.
El otro nombre que se está ganando el pueto titular en esta selección de presente y de futuro es Leandro Damiao. Ya fue máximo goleador en los Juegos Olímpicos con seis goles y ha vuelto a demostrar su capacidad anotadora ante Suecia. En una de las primeras que tuvo envió a las mallas un gran centro de Neymar desde la izquierda. Ellos dos fueron los brasileños que más peligro llevaron hasta el marco sueco en el primer tiempo. Sin desmerecer el trabajo de un superlativo Alves, que parece haber vuelto a su mejor nivel.
Suecia apenas inquietó la meta de Gabriel, pues apenas era capaz de controlar el balón y lograr posiciones ventajosas. Brasil se volcó sobre el campo rival, aunque siempre con la tranquilidad de ir ganando. Tuvo que ser Alexandre Pato, que salió desde el banco, el que resolviera el encuentro. Entró en el minuto 75 y en apenas un cuarto de hora marcó dos goles. Primero aprovechó un regalo de Alves, que cazó el rechace de un disparo antes que el portero rival. Pato sólo tuvo que empujar el balón. Poco después transformó un penalti.
Con esta victoria, Menezes respira y de momento mantiene su puesto como seleccionador de un combinado que, sin grandes alardes pero con mucha profesionalidad se llevó uno de sus primeros encuentros de cara a un lejano Mundial de 2014.
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