Diego Costa, una vida apartando piedras del camino hasta llegar a 'La Roja'

Polémico, batallador y aguerrido, pero desde hace unos meses, también es un goleador y gran jugador. Es la evolución resumida de Diego Costa, un futbolista peculiar que se ha ganado a la afición y al vestuario del Atlético de Madrid. Ahora tiene un nuevo reto por delante, ganarse el cariño de todos los españoles.

Diego llegó a los 17 años al Atlético de Madrid a cambio de 900.000 euros. El exdirector deportivo rojiblanco, Jesús García Pitarch, le descubrió en un humilde club portugués, el Peñafiel de la segunda división. Apenas le sirvió un partido para darse cuenta de que era un jugador potente, veloz y con un espíritu de lucha inigualable.

A Diego Costa nadie se lo puso fácil en la primera plantilla del Atlético. Su condición de extracomunitario siempre le ponía en la rampa de salida, ya que en España los equipos sólo pueden tener tres jugadores cuya nacionalidad no corresponda a la Unión Europea. Tuvo que marcharse cedido hasta en tres ocasiones: Celta de Vigo, Albacete y Valladolid fueron sus destinos.A la 'sombra' de los ídolos

Sus buenas actuaciones en el conjunto vallisoletano le sirvieron para ganarse un puesto en el Atlético en la temporada 2010/11. El comienzo no fue fácil y pasó la temporada a la sombra del 'Kun' Agüero y Forlán. Disputó 28 partidos de Liga a las órdenes de Quique Sánchez Flores y marcó 6 goles, casi siempre jugando como suplente. Sus dos compañeros en el ataque se marcharon y se encontró con el camino abierto para triunfar en el Atlétio.

Pero llegaron Falcao y Adrián, con el que comenzó una bonita pugna por ganarse un puesto en el 11 titular hasta que su rodilla dijo basta. Una rotura del ligamento cruzado anterior y del menisco interno de la rodilla derecha le mantuvo seis meses apartado de los terrenos de juego. Muchos pensaron que su futuro en el mundo del fútbol no estaría ligado al Atlético, ni tan siquiera a un equipo de élite.

Pero la lesión le hizo mentalmente mucho más fuerte. En el mes de enero de 2012 salió cedido al Rayo Vallecano, donde jugó la segunda vuelta de la Liga y marcó 10 goles. Eso le valió para que Simeone no le dejara en el olvido.

De nuevo comenzó la pretemporada en el Atlético y por enésima vez debía superar el corte de los extracomunitarios. Simeone tenía que elegir entre Salvio o Diego Costa. El Benfica puso 11 millones de euros sobre la mesa por el argentino y el club no pudo rechazar la oferta. Entonces 'El Cholo' confió en aquel jugador que había llegado al Atlético por primera vez con 17 años.El mejor amigo de Falcao

Empezó la temporada en el banquillo. En la Supercopa de Europa ante el Chelsea no jugó ni un minuto. Por delante tenía un muro que pocos se hubieran atrevido a derribar, pero él tiene dinamita para tumbar eso y mucho más. Radamel Falcao, uno de los mejores delanteros del mundo y Adrián, que había sido preseleccionado para disputar la Eurocopa con España tras completar un grandísimo año en el Atletico. Pero Diego no se rindió.

Aprovechó todas sus oportunidades como si esa fuera la última vez que vistiera la rojiblanca. Solo necesitó 22 minutos para marcar su primer gol en Liga. No fue fácil convencer a Simeone, pero Adrián no alcanzaba su mejor nivel y Diego Costa se erigió en el compañero de Falcao a base de casta, coraje y corazón. Si caía se levantaba, y si volvía a caer, se volvía a levantar. Nunca se rindió, algo que en el Vicente Calderón se valora mucho.

Es un luchador, un futbolista de sangre caliente, aunque muchas veces no controla su genio en los terrenos de juego. Eso ya lo conocíamos, pero ahora también sabemos de su calidad, de su disparo, de su gol y que siempre luchará por el escudo que defienda, de aquí en adelante, el de España.Éxitos y firma con 'La Roja'

En la temporada 2012-13 hizo de la Copa del Rey su competición, perforando la portería rival en todas las eliminatorias. En las semifinales mandó a la lona al Sevilla con tres goles y una asistencia. Al Real Madrid le marcó un gol en la final y con ocho tantos finalizó como el máximo goleador de la competición.

La marcha de Falcao le dejó como principal puntal del ataque rojiblanco y ni la llegada de Villa le hizo retroceder un centímetro. Es el ídolo del Calderón y uno de los jugadores más en forma de Europa.

Todo ésto le ha servido para que Vicente del Bosque se fijara en él. Peró aún así tuvo que apartar una piedra más de su camino. Scolari no quería que el de Lagarto se le escapara, pero tras superar varios trámites burocráticos, firmó su deseo de jugar con España y ha recibido la llamada del seleccionador.