El Barcelona ha vuelto a chocar con un gran portero. Como le pasara ante el sevillista Javi Varas, el equipo azulgrana no fue capaz de superar a otro cancerbero ya experimentado, Diego López. El guardameta del Villarreal, con pasado madridista, ha servido media Liga en bandeja a su anterior equipo, en el que no pudo triunfar porque delante tenía a un mito como Iker Casillas.
Ahora el Real Madrid tiene siete puntos de ventaja sobre un Barcelona que, como dicen, hace internacionales a los porteros rivales, es decir, los pone en boca de todos.. El último, Diego López, un guardameta para un equipo grande, ya sea en la Liga BBVA o fuera de España. Por ejemplo, en la Premier…
Fue una broma del excéntrico Joan Capdevilla, pero durante unas horas Diego López había fichado por el Manchester United. Mientras el gallego apuraba vestido de torero sus últimas horas de soltería, el internacional español hacía circular por Twitter un rumor que bien pudo haber sido cierto, dado el gusto de Sir Alex Ferguson por los porteros corpulentos.
El Real Madrid captó al portero lucense a una edad tardía para lo que suele acostumbrar la "fábrica" madridista. Con 18 años, López abandonaba su Lugo natal y años después se convertía en la venta más cara del Club Deportivo Lugo, 210.000 euros tras cumplir su quinto partido oficial con la camiseta blanca. Cinco de los pocos partidos que pudo disputar en el reinado de Iker Casillas.
Afán por ser titular
Con el Real Madrid ganó una Liga, pero Diego López aspiraba a mucho más, quería ser titular y jugar, y por eso buscó su futuro en otro equipo, lejos de la sombra de Casillas. Encontró un hueco en el Villarreal, que pagó seis millones de euros por él, una cantidad nada despreciable por un portero que disputó poco más de una decena de partidos con su anterior equipo, pero el potencial que tenía era evidente para todos.
En el Villarreal ha encontrado esa titularidad pero no los títulos. El Villarreal anda esta temporada por los puestos bajos de la clasificación liguera y el cancerbero tiene todavía una mayor responsabilidad sobre sus hombros, o mejor dicho, en sus guantes: evitar el hundimiento del 'submarino amarillo'. Con actuaciones como la exhibición ante el Barcelona, lo logrará. Su otro sueño, la selección española (ha sido internacional una vez), está más difícil por la competencia, empezando por el omnipresente Casillas.
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