Roma.- El delantero argentino Diego Milito está en el punto de mira del fútbol italiano acechado por una crisis goleadora que amenaza con destronarle del Olimpo del Inter de Milán, donde la pasada temporada se convirtió en el "Príncipe" de Europa.
Nadie duda que Diego Milito es una de las estrellas indiscutibles del 'calcio', pero en vísperas de la cuarta jornada liguera el argentino no ha logrado aún encontrarse con la portería y los aficionados echan de menos aquellos tantos decisivos como el que selló la última final de la Liga de Campeones.
Aquél 0-2 que el pasado 22 de mayo coronó a su equipo como campeón de Europa en el estadio Santiago Bernabéu comienza a ser un lejano recuerdo y su decepcionante actuación en las primeras jornadas de liga impacienta al jugador y a la afición.
El encuentro que el Inter disputó contra el Palermo el pasado fin de semana, donde el argentino tuvo tantas ocasiones de marcar como de desperdiciar el gol, ha disparado los comentarios sobre una posible crisis que puede tener su origen en el Mundial de Sudáfrica.
Después de una temporada brillante, que le convirtió en artífice de la diana de títulos lograda por su club, con 22 tantos en liga, el argentino quedó eclipsado por el fracaso de su selección y por la estrategia de su técnico, Diego Armando Maradona, que repartió su apuesta entre varios nombres, como Gonzalo Higuaín o Leo Messi.
En Sudáfrica, Milito no fue el jugador indispensable que supuso para el Inter de Mourinho y esa ausencia de confianza parece concretarse esta temporada que tiene un nuevo nombre para los 'neroazzurri': el español Rafa Benítez.
"El año pasado rindió al máximo porque sentía que su técnico creía ciegamente en él. Mourinho le hizo sentir que era indispensable, el mejor del mundo. Ahora con Benítez esto no sucede. Se siente siempre bajo examen y las sustituciones continuas lo demuestran", argumenta el agente del delantero, Fernando Hidalgo.
Hidalgo afirma que el delantero no está en crisis, pero reconoce que "para volver a ser el verdadero Milito necesita tiempo y, sobre todo, confianza".
"Psicológicamente Mourinho le protegía, le hacía sentir más seguro y le transmitía mayor tranquilidad", subraya.
En realidad, Benítez ha contado con él en todos los partidos, pero el pasado fin de semana Milito no ocultó en el vestuario su sorpresa y su tristeza al ver cómo su técnico prescindía de él en el último cuarto de hora de partido.
Ahora habrá que ver si es cuestión de tiempo, de desavenencias o de adaptación a nuevas ideas tácticas pero, de momento, su representante sentencia: "No se ha olvidado de cómo marcar goles y no hay ningún caso Milito".
Para seguir siendo "El Príncipe", Milito tiene esta noche ante el Bari la oportunidad de romper el hielo y reconciliarse con la portería. Sólo así podrá calmar las voces de crisis y tranquilizar a los 'tifosi'.
Mónica Faro
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