En la Ribera del Manzanares reinaba la satisfacción el pasado verano. Las cosas pintaban bien para esta temporada: se repetía participación en la Champions League, los dos mejores jugadores (Kun y Forlán) seguían en el equipo tras descartarse su venta, había un entrenador de la casa como Abel,… Pero muy pronto las cosas se torcieron, en concreto a mediados de septiembre con el empate ante el APOEL de Nicosia en la Fase de Grupos de la Champions League.
En la Liga los resultados tampoco acompañaron y la directiva decidió cambiar de técnico. El 23 de octubre se hacía cargo del equipo Quique Sánchez Flores, con el descenso a un punto y la aventura en la Copa de Europa en la basura.
La irregularidad ha sido la gran losa del Atlético de Madrid. Ha mezclado partidos buenos y victorias de méritos con derrotas sonrojantes. El único equipo que ha sido capaz de derrotar al Barcelona en esta Liga (2-1 en el Vicente Calderón), ha perdido en su propio estadio ante el colista (1-2 ante el Xerez), y esta falta de fiabilidad le ha hecho que termine la temporada fuera de los puestos que dan acceso a disputar competiciones europeas.
Este hecho ha sido "perdonado", de manera temporal, por los aficionados y la directiva ya que el buen trabajo realizado en las competiciones coperas hace que todavía tengan opciones de jugar en Europa la próxima temporada. Ya sea vía Copa del Rey o Europa League, en caso de ganar alguna de las dos finales que disputa en una semana, tendría asegurada su presencia la próxima temporada. Incluso perdiendo las dos, podría visitar campos del 'Viejo continente' si el Sevilla se clasificara para jugar la Champions League (por ser el subcampeón copero).
Pero hay un hecho que hace a todos los miembros de la familia rojiblanca hinchar el pecho, y ese no es otro que el poder terminar el año con cuatro títulos. El mejor Barcelona de la historia, con el mejor fútbol del universo, logró seis, y ellos, con una plantilla apañada y tras una temporada terriblemente irregular, pueden terminar con dos menos.
Si lograra alzar la Copa del Rey el próximo día 19 en el Camp Nou, el Atlético de Madrid tendría que disputar en el mes de Agosto la Supercopa de España ante el campeón de Liga. Y si este miércoles supera al Fulham en Hamburgo y se proclama campeón de la Europa League, tendrá una cita en Mónaco ante el Campeón de la Champions League (Inter o Bayern), para luchar por la Supercopa de Europa.
Así es el Atlético de Madrid. De temblar en septiembre con la posibilidad de volver a pasar "una temporada en el infierno", a soñar con levantar cuatro trofeos.
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