Bilbao, 22 mar.- El Bilbao Basket recibe al Real Madrid en el Bilbao Arena convulsionado en lo institucional por la delicada situación económica que sufre y con la amenaza de huelga de la plantilla a partir del lunes, una vez disputado el choque ante el conjunto blanco mañana por respeto a la afición de Miribilla.
"Sería injusto que no jugásemos para quien ha pagado su entrada y tiene su abono", ha dicho hoy el capitán, Alex Mumbrú, en la comparecencia de prensa en la que anunciado la "huelga indefinida" a partir del lunes, sin entrenar ni jugar partidos, si no se soluciona la situación de impagos que arrastran en las dos últimas temporadas.
En ese escenario, el choque de mañana ante el mejor Real Madrid en décadas se hace todavía más complicado para un Bilbao Basket que llegó a tenerle tomada la media al conjunto madrileño no hace muchas temporadas pero al que la crisis económica le ha hecho mucho daño.
Así, tras perder los tres últimos partidos de Liga (Estudiantes y Gran Canaria, fuera; y Cajasol, en casa) y con ellos buena parte de sus opciones de llegar a la eliminatorias por el título, 'los hombres de negro' parecen pasto fácil de un rival en una imparable velocidad de crucero.
Pero que este bloque de jugadores se haya impuesto ya hasta en cinco ocasiones con anterioridad en Bilbao a un equipo blanco también con parte de su bloque actual, una vez incluso en Euroliga, pone ciertas reservas al claro triunfo madridista que se presume.
Como también que los locales cuenten con el apoyo de Miribilla, que acostumbra a llenar sus 10.000 localidades para hacer de la grada una caldera en los partidos importantes.
Además, en la plantilla bilbaína hay varios ex madridistas, como Mumbrú, Alex Hervelle y Raúl López, a los que motiva especialmente este encuentro. Como también a Germán Gabriel, en las últimas temporadas 'demente' con el Estudiantes.
No obstante, Raúl es baja por una lesión muscular y eso merma aún más las escasas opciones para mañana de un equipo sin americanos y con ciertas carencias en la pintura a pesar de la recuperación de Mamadou Samb, el quinto pívot del plantel.
La visita del Madrid y el próximo viaje al Palau Blaugrana, si la huelga no lo impide, suponen dos obstáculos más en un camino hacia el playoff que el Bilbao Basket ya tiene más que complicado porque se encuentra a tres victorias del octavo puesto a solo once jornadas del final del campeonato.
Aunque esa, ahora mismo, no es la máxima preocupación de un equipo al que no le pagan y que para que lo hagan ha anunciado una huelga.
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