El entorno se mueve y la junta continúa sin consensuar un candidato

  • Barcelona.- El anuncio del empresario Agustí Benedito de que piensa optar a la presidencia del Barcelona no ha sido más que el último gesto del entorno, que lleva meses agitándose ante el próximo escenario electoral, hecho que contrasta con la falta de determinación en la junta barcelonista, donde aún no se ha consensuado una candidatura continuista.

El empresario Benedito presentará su candidatura a la presidencia del Barcelona
El empresario Benedito presentará su candidatura a la presidencia del Barcelona

Barcelona.- El anuncio del empresario Agustí Benedito de que piensa optar a la presidencia del Barcelona no ha sido más que el último gesto del entorno, que lleva meses agitándose ante el próximo escenario electoral, hecho que contrasta con la falta de determinación en la junta barcelonista, donde aún no se ha consensuado una candidatura continuista.

El hecho de que el consejo barcelonista aún no haya aupado a ninguno de sus miembros hacia la presidencia del 2010 se debe, únicamente, a un pulso interno que casi ha llevado a las dos partes enfrentadas a la ruptura de relaciones.

En un sector se encuentra el presidente, Joan Laporta, quien finaliza su mandato (la normativa impide optar a un tercero), pero que desea intervenir sin ningún disimulo en la elección del directivo que encabece la lista continuista.

Para ello, ha ido alternando dos opciones, la del vicepresidente Alfons Godall, un íntimo amigo de infancia, y la de un recién llegado, el catedrático Xavier Sala i Martín, quien a la postre es la verdadera opción en la que parece trabajar el mandatario azulgrana.

En el otro sector se encuentra un grupo de poco más de media docena de directivos que promueven la candidatura de Jaume Ferrer, actualmente vicepresidente de mercados, pero que no cuenta ni con el apoyo ni la simpatía de Laporta, a raíz del voto de censura del 2008.

En aquella ocasión, Ferrer estuvo inicialmente con el sector crítico dentro de la junta, que empujaba al presidente a dimitir tras el descalabro en las urnas, en las que la junta salvó la moción por escaso margen.

Desde entonces, y tras la dimisión de ocho directivos, entre ellos Ferran Soriano, el aspirante natural a suceder a Laporta, Jaume Ferrer adquirió a voluntad propia cierta relevancia entre sus compañeros con vista a las elecciones.

Pero en los siguientes meses, Laporta apostó por incorporar en la junta a diversos miembros para cubrir las vacantes, y entre ellos al presidente de la comisión económica y estatutaria, Sala i Martín, acción que fue leída desde la propia junta como un gesto electoral de Laporta que enojó a sus directivos.

La incorporación de Sala i Martín el pasado 23 de abril, anteriormente la del nuevo director general corporativo, Joan Oliver, y la del director de la televisión del club, Vicent Sanchís, todos ellos pertenecientes a la fundación 'Catalunya Oberta', generó muchos recelos en la directiva, dado que Laporta abandonó el apoyo que había encontrado entre sus compañeros durante la moción y se protegió en el nuevo grupo con el que ha formado el núcleo duro, donde también ha entrado Godall.

Hace meses que los directivos disidentes han insistido infructuosamente para que Laporta lleve a una reunión de junta la votación de la candidatura continuista, en la que el presidente sabe que vería cómo caería derrotada su apuesta por el continuismo.

En este nuevo panorama, el sector que lidera Jaume Ferrer ha intensificado las reuniones y la búsqueda de apoyos fuera del club para organizar una candidatura, junto al equipo continuista, el cual no tendrá que avalar el 15% el presupuesto de este año, cifrado en poco más de 400 millones de euros.

A pesar de estas notables discrepancias en el seno del club, los dos aspirantes que surjan, si antes Laporta no logra un consenso que ahora mismo se aventura imposible, no darán un paso adelante hasta que no se dé el pistoletazo de salida en una junta directiva 'sine die', ya que el presidente barcelonista ha rehusado en más de una ocasión abordar este asunto.

Mientras, en el entorno barcelonista el paso al frente de Benedito evidencia que los aspirantes no van a esperar a los movimientos que puedan surgir dentro de la junta barcelonista.

Benedito está integrado en una extensa lista de socios del Barcelona que, aún no habiendo afirmado públicamente su decisión, se irá concretando en las próximas semanas.

En ella destacan dos de los ex vicepresidentes de la junta de Laporta, Sandro Rosell y Ferran Soriano, antiguos aspirantes a la presidencia, como Josep Maria Minguella, Jordi Majó o Jaume Llauradó, y otros socios barcelonistas que siempre han estado en las quinielas, pero que no se han decidido a dar finalmente el salto a la arena electoral.

Mostrar comentarios