El Figueres, el espejo en el que el Mirandés no debe mirarse

  • La proeza del Mirandés al clasificarse para las semifinales de la Copa del Rey tras eliminar al Espanyol tiene como anterior referente al Figueres, que en 2002 llegó a esa misma ronda, pero que pocos años después tuvo que refundarse para sobrevivir.

Víctor Mur

Barcelona, 25 ene.- La proeza del Mirandés al clasificarse para las semifinales de la Copa del Rey tras eliminar al Espanyol tiene como anterior referente al Figueres, que en 2002 llegó a esa misma ronda, pero que pocos años después tuvo que refundarse para sobrevivir.

Los éxitos deportivos tienen poca memoria y actualmente aquel equipo gerundense que deslumbró en la Copa, eliminando incluso al Barcelona, milita en la Primera División Catalana, dos categorías por debajo de la Segunda B.

Pero la historia fue mucho más cruel para el club y los aficionados del Figueres. Uno de sus momentos de mayor esplendor llegó en la edición de la Copa del 2002, cuando se quedaron en la penúltima ronda de la competición.

El equipo que dirigía Pere Gratacós, actualmente trabajando para el FC Barcelona, dejó en la cuneta al Teruel, al Barça, a Osasuna, Novelda y Córdoba, en un camino mágico y triunfante en el que despachó a dos primeras.

Especialmente recordada fue la eliminatoria contra los azulgranas -a partido único en Vilatenim-, en un encuentro que decidió un gol de Kali Garrido en la prórroga ante jugadores como Carles Puyol, Xavi Hérnandez, Marc Overmars, Javier Saviola o Thiago Motta.

Fue probablemente la página más gloriosa de la historia de un club que llegó a estar en Segunda División en los años 80.

En semifinales, el Figueres despertó del sueño contra el Deportivo de la Coruña, que se impuso en la ida por 0-1 y consiguió un empate a 1 en la vuelta que le dio finalmente el billete a la final.

Riazor puso punto y final a la andadura de la Unió Esportiva Figueres en la Copa y recibió numerosos homenajes y recepciones en reconocimiento a su gesta.

Cuatro años después, en 2006, empezó la pesadilla. La empresa de apuestas Miapuesta.com entró como máxima accionista del club y le cambió el nombre a Unió Esportiva Miapuesta Figueres.

Un año más tarde, el máximo accionista decidió que la ciudad de Figueres no tenía suficiente potencial y tras dejar anonadados a los habitantes y aficionados del equipo se llevó el club a Castelldefels, ciudad cercana a Barcelona.

Tras múltiples procesos legales y acciones judiciales, se confirmó el traslado del equipo, y un grupo de accionistas minoritarios tuvo que refundar el club, pero empezando de cero.

El equipo tuvo que renacer de nuevo como Unió Esportiva Figueres en la última categoría del fútbol catalán, la tercera regional, y siguió disputando sus partidos en Vilatenim, un estadio con capacidad para casi 10.000 espectadores.

Tras varios ascensos consecutivos en estos años, el Figueres intenta reverdecer laureles. Es líder de la Primera Catalana, por lo que si al final de temporada mantiene esta posición, ascenderá a Tercera División después de algunas temporadas vagando por las categorías más bajas del fútbol territorial.

Un ejemplo para el histórico Mirandés, que ahora se encuentra sumergido en un sueño del que el Figueres se despertó entre pesadillas pocos años después.

Mostrar comentarios