El galimatías de Mourinho: un mes para reconducir un vestuario sin fe en él

No cabe dudas, José Mourinho está atravesando su peor momento como entrenador profesional. Tras la dolorosa derrota por 1-3 ante el Liverpool, crecen los rumores en Inglaterra sobre una supuesta sublevación en le vestuario del Chelsea, una situación que pondría en jaque la misión del técnico portugués: resolver el galimatías 'blue' en el plazo de un mes.

30 días, o lo que es lo mismo, tres partidos de Premier League y dos de Liga de Campeones, conforman las fechas que decidirán el porvenir de Mourinho en Londres. El ambiente, ya caldeado de por sí, parece torcerse para el luso, según las informaciones del periodista de la BBC, Garry Richardson.

"Me han dicho que los jugadores están hartos con la forma de tratar a alguno de ellos. De hecho, la relación de Mourinho con Hazard está bajo una inmensa tensión", señala Richardson, que todavía tenía una información más contundente.

"Un futbolista dijo recientemente, 'preferiría perder que ganar para él'. Esta declaración pude que fuera hecha en caliente, pero puede darnos una visión del estado de ánimo de algunos integrantes de la plantilla", explica el periodista británico.

De este modo, los pobres resultados cosechados en el terreno de juego tendrían su traducción en el seno de un vestuario que el año pasado arrasó en la competición doméstica, y unos meses después, lucha por no caer al descenso.El peor Chelsea en los últimos 29 años

'The Happy One' (así es cómo se definió Mourinho en la presentación de su segunda etapa en el Chelsea), ya no puede serlo con los siguientes datos: 11 jornadas de liga con tres victoras, dos empates y seis derrotas.

Estos números lapidarios sitúan al Chelsea decimoquinto en la tabla, a tan solo cuatro puntos de ser enterrado en los puestos de descenso, con una serie de males que radican en la fragilidad defensiva y el bajo estado de forma de estrellas como Hazard, Diego Costa y Fàbregas.

Para ver un inicio tan malo de campaña, hay que remontarse a la campaña de 1986/1987, cuando el Chelsea entrenado por John Hollins ocupaba la decimoctava posición una vez disputados once encuentros de liga.

Aquel equipo llevaba a estas alturas una victoria más que el de Mourinho (cuatro), y su precedente no es nada halagüeño para los del portugués, ya que no pudo reconducir su situación, y al final de curso terminó en el decimocuarto puesto.Stamford Bridge, el pulmón de 'Mou'

A pesar de protagonizar una racha negativa para la historia, Mourinho tiene un apoyo fundamental: la hinchada. Los seguidores del Chelsea corearon su nombre cuando el equipo perdía con el Liverpool, mostrándole una fidelidad incondicional.

El aura de Mourinho campa a sus anchas por Stamford Bridge. Los títulos conseguidos y el compromiso del técnico luso con el conjunto 'blue' han calado hondo en la afición, y en las malas, la figura de Mourinho es todavía más importante para ellos.

Sin duda alguna, esta es una baza para 'Mou', y una de las grandes razones por la que Abramovich no le ha destituido hasta el momento a pesar del desastroso comienzo de temporada.Ancelotti y Guardiola, en la recámara como sustitutos

En Inglaterra no han tardado en salir los nombres de los posibles sustitutos de Mourinho en caso de que este no sea capaz de cambiar el rumbo del club.

Dos viejos conocidos del fútbol español están entre ellos. En primer lugar, Carlo Ancelotti se postula como la apuesta más fiable para Abramovich.

El técnico italiano está viviendo un año sabático tras su salida del Real Madrid, pero ya ha anunciado que el año que viene volverá a entrenar, y no descartaría adelantar su retorno a los banquillos si el Chelsea le ofrece una posible vacante.

En segundo lugar, el nombre de Pep Guardiola ha saltado a la palestra. El ex del Barcelona termina contrato con el Bayern a final de temporada, y parece que su aventura germana toca a su fin. Obviamente, la opción de Guardiola no se podría concretar hasta la temporada que viene, pero supondría hacer realidad uno de los sueños del magnate ruso del Chelsea.

Por último, Guus Hiddink es el tercero en discordia. Con pasado en el Chelsea como Ancelotti, Hiddink vería con buenos ojos regresar a la casa que le acogió en 2009, después de varias aventuras en selecciones de menor nivel.