Una alineación del Real Madrid plagada de suplentes y debutantes, aderezada con un par de titulares (Carvalho y Benzema) fue lo que puso en liza José Mourinho. Enfrente, un Levante picado por el 8-0 de la ida que quería lavar su imagen ante el aspirante a todo.
Y lo consiguió. Vaya que lo consiguió. Porque logró que sus aficionados (más de 12.000 valientes teniendo en cuenta el resultado del Bernabéu) se fueran a casa con una sonrisa en los labios, viendo cómo el Madrid no era capaz de marcar tampoco en su segunda visita al Ciudad de Valencia y permitiéndose el lujo de hacer la ola y cantar olés en la segunda mitad.
Nunca había perdido el Madrid en el campo del Levante, por lo que a Mourinho no ha debido hacerle gracia su segunda derrota de la temporada, las dos ante equipos azulgranas. Bien es cierto que se lo buscó el solito.
Porque colocó al canterano Mateos (10 minutos hasta hoy en toda la temporada) como lateral derecho en vez de como central; porque hizo jugar 90 minutos a un Canales que venía de una lesión, y terminó tocado; al igual que Garay, que tuvo que ser sustituido por otro canterano, Juanfran, también con molestias; porque puso de inicio a Benzema, su único 9 sano, cuando no había nada en juego; y porque con tan poco en juego no fue capaz de motivar.
El Madrid no tiró a puerta en toda la primera parte y sólo lo hizo en un remate de cabeza de Kaká (pasó de los 15 minutos de Getafe a los 30 esta noche) que se estrelló en el larguero.
El Levante tuvo más inquietudes. Se plantó bien en el centro del campo, taponó a Granero para no dejar crear al Madrid (Khedira y Gago furon incapaces de hacerlo) y esperó su ocasión. Llegó en un penalti dudoso por mano del mediocentro argentino que Xisco no perdonó. Ya estaban por delante, ya habían borrado la imagen del Bernabéu.
A diez minutos del final llegó el segundo, en una obra maestra de Sergio a balón parado, ésas que tanto esperaban en Riazor en épocas pasadas y tan pocas veces vieron. Fue la firma a un partido malo de solemnidad, de los que hacen preguntarse por qué la Copa se juega a ida y vuelta.
El balance no puede ser peor: el Madrid cumple 180 minutos en el Ciudad de Valencia sin marcar un gol, empatando un partido y perdiendo otro, se va con dos jugadores lesionados (Mateos y Garay) y con uno tocado (Canales). Pudo haber aprovechado la Copa para probar sin '9', algo que posiblemente tengo que hacer en el futuro si no se ficha a nadie por Higuaín, pero no lo hizo. Allá él. Eso sí, el Real Madrid ya está en cuartos de final.
Ficha Técnica
Levante: Munúa, Cerra, Nano, Héctor Rodas, Del Horno; Larrea (Lois, m.50), Sergio, Xisco Muñoz, Valdo; Rubén (Stuani, m.53) y Jordá (Higón, m.75).
Real Madrid: Adán, Garay, Carvalho (Pepe, m.46), Mateos (Juanfran, m.70), Arbeloa; Gago, Khedira, Granero, Pedro Léon; Canales y Benzema (Kaká, m.56).
Goles:
1-0, m.63 Xisco Muñoz, de penalti.
2-0, m.85 Sergio.
Árbitro: Estrada Fernandez (C. Catalán). Amonestó por el Levante a Xisco Muñoz y Lois, y por el Real Madrid a Benzema y Pepe.
Incidencias: partido disputado en el estadio 'Ciutat de Valencia' ante 12.387 espectadores.
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