1-4 en El Sadar

El Madrid resiste en Pamplona y remonta al Osasuna tras la mala resaca por la Copa

El Madrid resiste en Pamplona y remonta al Osasuna y a la mala resaca tras la Copa
El Madrid resiste en Pamplona y remonta al Osasuna y a la mala resaca tras la Copa
EP

El Real Madrid seguirá cómodamente al frente de la tabla una semana más. Sin importar lo que haga el Barcelona en su visita al Villamarín, el equipo blanco se llevó los tres puntos de un campo complicado como es el del Sadar y lo hizo, además, remontando el tanto inicial de los locales, que se volcaron con su intensidad habitual sobre la portería visitante. Sin embargo, ya antes del descanso Isco y Ramos remontaron y, a poco del final, Lucas Vázquez ampliaría el marcador para que, ya en el descuento, el partido sirviera incluso para que el discutido Jovic lograse embocar su tan buscado gol.

Antes de la placidez de los minutos finales, el Madrid había sufrido, y mucho, la resaca de su eliminación copera, el pasado jueves frente a la Real Sociedad. Con la cabeza todavía pensando en la goleada sufrida en el Berbabéu plantarse en Pamplona no es la receta más recomendada para tomar aire.

Los rojillos tiraron de garra, ocupaban todos los espacios del campo y la tromba inicial dio sus frutos en el minuto 13, cuando se adelantaron por mediación de Unai García, que celebraba el regreso tras una larga lesión de la mejor forma posible. Las cosas se complicaban demasiado pronto y el encuentro se antojaba una montaña demasiado empinada para los de Zidane.

No obstante, el varapalo sirvió de todo lo contrario. Es decir, que se convirtió en revulsivo. Con el regreso de Bale a la alineación y de Isco a la medular para dar algo más de control, los visitantes giraron la dirección del partido y se acercaron a la portería local. Fue precisamente el malagueño el que pondría el empate en el marcador a la media hora de partido y, sobre todo, aplacaría los ánimos del Osasuna.

La remontada se consumó solo unos minutos después. Casemiro cazaba en el área rival un balón por alto y lo colocaba en el segundo palo para que el capitán merengue empujase a placer también de cabeza y el partido se fuera al descanso con la ventaja del Madrid.

En el segundo tiempo, ya con el marcador a favor, el partido se jugó más a lo que quería el Madrid (que no se descontrolase mucho la situación) y la calidad se fue imponiendo minuto a minuto. Es cierto que el Osasuna consiguió rehacerse tras el paso por vestuarios y mostró sus intenciones en un disparo lejano de Iñigo Pérez y en un chut rozando el palo de Rubén García. El problema es que, volcado en ataque, su principal preocupación residía en que los madridistas pudiesen pillarle a la contra.

Así fue. Finalmente, los cambios de Zidane (tan discutidos habitualmente) sirvieron para terminar la tarde de manera plácida. Lucas Vázquez y Luka Jovic rubricaron una goleada engañosa pero que vuelve a demostrar que el Madrid de la competición liguera es un equipo fiable.

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