El Manchester United también luchará por su cuarta corona frente al Barcelona

Su gran arsenal de veteranos -Paul Scholes, Ryan Giggs, Dimitar Berbatov- combinado con la brillantez de sus jóvenes apuestas -Wayne Rooney, Javier Hernández "Chicharito" o los gemelos brasileños Fabio y Rafael Da Silva- constituyen la poción perfecta para el éxito del equipo inglés.

En su banquillo se sienta desde el 7 de noviembre de 1986 el casi septuagenario técnico Sir Alex Ferguson, considerado el mejor entrenador del Reino Unido y convertido ya en el más duradero de la Premier League.

A sus discípulos se les conoce como "diablos rojos" y, al menos desde que los dirige ese escocés de cara enrojecida que se desfoga en los partidos masticando chicle, son capaces de transformar repetidamente cualquier resultado desfavorable.

Lo han demostrado esta temporada en distintas ocasiones, pero especialmente en la cita liguera contra el West Ham el 2 de abril, cuando el Manchester dobló la ventaja de su rival al reponerse del 2-0 con el que perdía en el descanso para ganar finalmente por 2-4.

La historia del club, con 133 años que custodiar, archivó otro ejemplo de esa habilidad tras la épica final de la Liga de Campeones de 1999, en el Camp Nou. Sólo 120 segundos cambiaron el destino del Manchester, que remontó al Bayern de Munich con dos goles mágicos (2-1) de Teddy Sheringham y Ole Gunner Solskjaer en los últimos dos minutos del duelo.

Ése y muchos otros episodios de su trayectoria sirven de fuente de inspiración para pequeños y grandes clubes de todo el mundo, así como de gancho para sumar nuevos adeptos. Se dice que su afición es la más numerosa y su patrimonio, el más elevado.

Según divulgó el mes pasado la revista Forbes, el Manchester United es, por séptimo año consecutivo y seguido por el Real Madrid, el club más rico del mundo con un valor estimado de 1.870 millones de euros.

Propiedad de Malcolm Glazer y su familia desde que en mayo de 2005 este magnate estadounidense de origen lituano se hizo con la mayor porción accionarial, el club pasó antes por manos de los irlandeses John Magnier y JP McManus, millonarios del sector de las carreras de caballos. Su estadio, diseñado por el arquitecto Archibald Leitch, ha sido desde 1909 el hogar de este equipo, formado en 1878 por iniciativa de los empleados de una de las numerosas fábricas de la ciudad. Old Trafford, también conocido como "el Teatro de los Sueños", evoca el nombre de grandes figuras de fútbol, que desde hace décadas se sienten atraídas por ese escenario.

Por las filas del Manchester han pasado jugadores como George Best, Jack Rowley, Althur Albiston, Roy Keane o Bobby Charlton. Este último rememoró esta noche la Copa de Europa conseguida con el equipo en 1968, la primera para el club.

La última generación de fieles al Manchester, cuyo rostro aparece ya entre su cuadrilla de leyendas, la integran Ryan Giggs, Paul Scholes -todavía jugadores del equipo- y Gary Neville, que se retiró a principios de este año. Los "diablos rojos" cuentan con los mismos títulos de Liga que el Liverpool, dieciocho, pero aspiran a convertirse en los más laureados de la competición local este mismo mes.

Paralelamente a su reto europeo, el Manchester debe defender aún su liderato en la Premier League tres jornadas más evitando que el Chelsea y el Arsenal, segundo y tercer clasificados en estos momentos, le arrebaten el trofeo.

Pero todo no han sido alegrías en casa del Manchester en su camino hasta hoy. Años de trabajo y consuelo hicieron falta para levantar cabeza en Old Trafford tras el accidente de avión en Munich en el que murieron ocho jugadores de su plantilla el 6 de febrero de 1958, del que, por cierto, sobrevivió Bobby Charlton.

Otra tragedia, esta vez en el estadio de Heysel, donde el 29 de mayo de 1985 fallecieron 39 aficionados cuando el Liverpool y el Juventus se disputan la Copa de Europa, castigó al fútbol inglés y, con ello, al Manchester United, con cinco años excluido de competiciones continentales.

Una vez cumplida la sanción, la primera temporada en la que el Manchester regresaba al máximo torneo europeo (1990-1991) se proclamó campeón de la Recopa de Europa tras una final ganada ante el Barcelona de Johan Cruyff por 2-1 en Rotterdam.

En 1994 se vieron las caras en la fase de grupos y resolvieron sus duelos con un empate (2-2) en Inglaterra y una victoria azulgrana (4-0) en el Camp Nou. Cuatro años más tarde, en 1998, y también en la fase inicial de la Liga de Campeones, firmaron sendos empates en Manchester y en Barcelona.

Las semifinales de 2008 enfrentaron de nuevo a estos equipos en una eliminatoria con un único gol del Manchester que le dio el pase a una final en Moscú ante el Chelsea, con éxito para los "diablos rojos". La última vez que Manchester y Barcelona se midieron fue el 27 de mayo de 2009, en la final, cuando el equipo de Pep Guardiola ganó por 2-0. Su próxima cita, el 28 de mayo en Londres.