El Eibar se confirmó como el equipo revelación en la Liga BBVA con un trabajado empate ante el Sevilla, cuarto clasificado del torneo y vigente campeón de la Europa League. El equipo vasco, liderado por el joven Gaizka Garitano, ya suma veinte puntos en quince partidos. Es noveno diez puntos por encima del descenso y mira de soslayo a Europa, de donde le separan siete puntos. Su presupuesto, ligeramente por encima doce millones de euros, es el tercero más bajo de la Primera División, sólo por delante de Almería y Elche. Hace dos años, el conjunto armero estaba en el Grupo II de la Segunda B, ahora compite sin complejos en la mejor liga del mundo. Del equipo que ascendió del fútbol de barro y conquistó la Liga Adelante sobreviven nueve miembros.
Más allá del romanticismo del relato, del quijotesco equipo de un pueblo de 30.000 habitantes codeándose con Barcelona o Real Madrid o de su extravagante estadio rodeado de edificios, la de este Eibar es la historia de un entrenador que ha hecho un bloque a su imagen y semejanza: Gaizka Garitano. Licenciado en Periodismo, es hijo de Ander Garitano, 'Ondarru', segundo entrenador del Alavés que alcanzó la final de la UEFA a las órdenes de Mané. Como futbolista, el entrenador de moda del fútbol pasó por Athletic, Eibar, Ourense, Real Sociedad y Alavés. En ese periplo dentro del terreno de juego, también jugó en las tres categorías por las que hasta ahora ha conducido con maestría desde la banda al Eibar.
El estilo que el Eibar está mostrando en la Liga BBVA es similar al que le condujo al éxito las dos últimas temporadas. Irureta, Irazusta, Bóveda, Añibarro, Navas, Errasti, Dani García, Capa y Arruabarrena han pasado por las tres divisiones en los últimos tres cursos. En la portería sigue Irureta (mejor arquero de la Liga Adelante 2013-14) y los goles los sigue facturando Arruabarrena, que cuenta cuatro tantos. El cooperativismo del Eibar se ve reflejado en los goleadores. Once futbolistas han marcado los diecinueve goles que han servido para ganar veinte puntos.
Está siendo tan poco traumática su adaptación a la Primera División que los armeros han sumado más fuera de casa que en Ipurua, llamado a ser el resorte de la salvación antes de iniciarse el curso. Tres victorias y dos empates lejos de su estadio le hacen ser el sexto mejor visitante de todo el campeonato. En casa o fuera, contra el Elche o el Barcelona, nunca ha perdido la cara un equipo perfectamente reconocible, que casi siempre está junto, es disciplinado en las coberturas y apenas comete errores de concentración. "Trabajo, trabajo y trabajo" es la consigna de un entrenador que es el líder de un vestuario comprometido y sin complejos. Tiene más de la mitad del camino hecho.
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