El pasillo (o su ausencia) marca un Barça-Real Madrid muy descafeinado

Pese a que la Liga se decidió la semana pasada tras la victoria del Barcelona en Riazor, el clásico de este domingo (20:45h.) no estará exento de tensión. Y es que un clásico siempre es un clásico. El resultado no influirá en términos deportivos pero habrá que ver como influye el resultado en el ánimo de los blancos de cara a la final de la Champions ante el Liverpool en Kiev. Sin embargo, el gran morbo estará antes del partido. Y es que, pese a que el Barça ya es campeón de Liga, el equipo de Zidane no hará pasillo a los azulgranas.

La razón que esgrime Zinedine Zidane para no hacer pasillo a los azulgranas es la ruptura de un pacto no escrito entre los equipos. Y es que, el pasado 23 de diciembre, cuando Real Madrid y Barcelona se enfrentaron en el Santiago Bernabéu, los de Ernesto Valverde no hicieron pasillo a los blancos, que venían de lograr el Mundialito de Clubes. "Siempre hemos dejado claro que lo hacemos cuando nosotros participamos en esa competición, y en este caso nosotros no estuvimos en esa competición", afirmó Guillermo Amor, portavoz del Barça, en declaraciones a Movistar Plus.

Sin embargo, la tradición no siempre ha sido así. Y es que en esa misma situación, el propio club azulgrana sí recibió el reconocimiento por ser campeón del mundo. En 2010, el Villarreal del propio Ernesto Valverde, le haría pasillo al Barcelona tras proclamarse los azulgranas campeones del mundo.

Posteriormente, el Betis también le haría pasillo a los azulgranas después del triplete logrado en 2015 por el equipo entonces entrenado por Luis Enrique.

Si nos ceñimos a la historia entre barcelonistas y madridistas, solo se contabilizan tres pasillos a lo largo de esta décadas. El primero fue por parte de los azulgranas en la temporada 87-88, en el Camp Nou, con Bernd Schuster como protagonista. Meses más tarde cambiaría de bando, pasando a ser jugador blanco.

El segundo pasillo, sería al revés. Los blancos mostrarían sus respetos a los azulgranas el 8 de junio de 1991, bajo una sonora pitada. Tuvieron que pasar 17 años para ver un nuevo pasillo entre merengues y culés.

El 7 de mayo de 2008 en el Bernabéu fue la última vez en la que ambos colosos realizaron un pasillo. El Barcelona de Frank Rijkaard, con el técnico holandés esperando también para aplaudir, homenajeó a los blancos, quienes llegaban a la cita como ganadores de la Liga tras haber certificado el campeonato ante Osasuna la jornada anterior.

Aunque ni el equipo de Zidane ni el de Valverde tienen nada en juego, unos ya pensando en las vacaciones o el Mundial de Rusia y otros en la final de Champions el próximo 26 de mayo, lo cierto es que no hay amistosos entre los dos colosos del fútbol nacional. Prueba de ello es que no habrá pasillo.