El Pirata Granero, ni cojo ni con pata de palo

  • El canterano del Real Madrid, recientemente recomprado al Getafe, se ha convertido en la sensación del equipo blanco en apenas partido y medio.
N. Díaz
N. Díaz

Rezaba el estribillo de una de las canciones más emblemáticas del maestro Sabina lo siguiente: “Pero si me dan a elegir entre todas las vidas yo escojo, la del pirata cojo con pata de palo, con parche en el ojo, con cara de malo”. Pero Esteban Granero ni es cojo ni tiene la pata de palo ni tiene cara de malo, así que no podría ser el protagonista de la canción del cantautor de Úbeda. La única similitud es que celebra los tantos tapándose un ojo.

El canterano madridista se ha convertido en apenas 70 minutos en la sensación de la pretemporada. Ayer marcó un gol, tras un rechace del portero ecuatorianodespués de un disparo de Cristiano Ronaldo. El Bernabéu se rindió a sus “patas”. Ya lo hizo nada más saltar al campo, cuando sustituyó al lesionado Robben.  El madridismo ya le recibió de igual manera el pasado domingo ante el Al-Ittihad.

Granero se ha ganado el cariño de la afición, en parte por ese retorno a la Casa Blanca perdiendo dinero. Esos detalles son los que hacen grandes a los jugadores, y es algo que el aficionado no olvida. Pero no es sólo eso. Es con diferencia el futbolista que más ha destacado en los encuentros de la Peace Cup y, aunque llegase prácticamente de tapadillo, puede convertirse en una de las piezas claves del nuevo Real Madrid de Pellegrini. Larga vida al Pirata Granero.

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