Iker Casillas suele ser el primer jugador del Real Madrid que acapara protagonismo allá donde juegue el equipo blanco. Siempre sale el primero a calentar, lo que significa que se va a llevar los aplausos de los campos que son favorables a los blancos (la mayoría) o los pitos de los estadios no afines, caso evidente del Camp Nou.
El meta blanco saltó al césped del coliseum azulgrana a las 20:15, llevándose la pitada de los más de 10.000 aficionados que a esa hora ya poblaban las gradas. Trece minutos después le seguía el resto de sus compañeros, a las 20:28, y ahí ya se había duplicado el número de aficionados en el interior del Camp Nou, por lo que la pitada fue 'in crescendo'.
Entre medias había salido a calentar también Víctor Valdés, entre los aplausos de los suyos… y los pitos de los más de doscientos seguidores del Real Madrid, colocados en el gallinero sobre la portería del propio meta azulgrana. Pero la primera explosión de júbilo colectivo tuvo que esperar a las 20:35, cuando los diez titulares que jugarían junto a Valdés saltaron al césped. Flashes, aplausos y gritos de "Barça, Barça" para alentar a los suyos desde el minuto 0 de partido.
El 'speaker' del Camp Nou, que ya había calentado el partido haciendo cantar su himno a los aficionados 'a capela', comunicó la alineación de los azulgranas a las 20:37 con la mitad del aforo ya poblado y con los seguidores deseosos de hacerse oír.
El Madrid se marchó a las 20:47 a su vestuario en medio de una sonorísima pitada y con su rival pisándole los talones, pues abandonó el terreno de juego a las 20:49, sólo un minuto antes de la sorpresa de la noche. Los tres campeones del mundo de motociclismo, Marc Márquez, Toni Elías y Jorge Lorenzo saltaban al terreno de juego con camisetas del Barça en un merecido homenaje al que se sumaron también los seguidores del Real Madrid presentes. Buen detalle de Rosell y los suyos… aunque no hubiera estado de más que uno de ellos hiciera el saque inicial.
A las 20:53 hacían el paseíllo hacia el círculo central más de medio centenar de niños para hacerse la foto con sus ídolos. Pero fue a las 20:55 cuando estalló el ambiente más festivo: las gradas del Camp Nou se llenaron con 100.000 cartulinas montando un espectacular tifo justo antes de la salida de los 22 protagonistas junto al trío arbitral. Era el broche de gala para unos minutos previos cargados de emoción y que terminaron con la pitada ensordecedora para la alineación del Real Madrid y con la coreada formación del Barcelona justo antes de comenzar el partido.
Por cierto, a Mourinho ni se le vio.
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