El ruido del enemigo

  • Madrid.-Las vísperas de partidos decisivos suelen venir acompañadas de una vehemente carga dialéctica que conduce a jugadores y técnicos a abandonar su habitual moderación para entrar de lleno en el mundo de la épica.

El Barça, a dos goles del Bernabéu, y el Inter busca una final veintiocho años después
El Barça, a dos goles del Bernabéu, y el Inter busca una final veintiocho años después

Madrid.-Las vísperas de partidos decisivos suelen venir acompañadas de una vehemente carga dialéctica que conduce a jugadores y técnicos a abandonar su habitual moderación para entrar de lleno en el mundo de la épica.

Nacen en estas situaciones frases que pasan a la historia y que tratan de llenar el ambiente de un aire más propio de los libros de caballerías que de los hitos del deporte.

El central del Barcelona Gerard Piqué ha pronunciado una de esas frases llamativas que entrarán en la historia, pase lo que pase mañana, miércoles, en el Camp Nou en el partido de vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones, donde los azulgranas tienen que remontar la derrota por 3-1 en San Siro.

"Quiero un Camp Nou que no haya visto nunca, un Camp Nou en el que no haya una silla libre. Que los jugadores del Inter entren al campo y odien la profesión de futbolista durante noventa minutos", señaló Piqué el lunes.

Consciente del impacto de su llamamiento, Piqué pidió que sus palabras no sean malinterpretadas porque en el partido quiere que haya "cero violencia".

Así lo entiende hoy "La Gazzetta dello Sport": "Gerard Piqué es un muchacho brillante: ocurrencia rápida, buena carga de ambiente festivo. Pero también es un tipo serio, y cuando pronuncia la frase..se da cuenta de que puede ser malinterpretada, por lo que se apresura a precisarla".

La remontada de un resultado adverso reclama, como en el caso de Piqué, la necesidad de lograr una hazaña, de forjar una leyenda.

En la década de los 80, el Real Madrid tenía tanta confianza en sus posibilidades que protagonizó remontadas espectaculares en los partidos de vuelta de la Copa de la UEFA, en el Santiago Bernabéu.

En la ida de uno de ellos, en la temporada 84-85, el Madrid cayó ante el Inter 3-1, pero la derrota no amilanó a una de sus estrellas, el extremo Juanito, quien acuñó la frase de que noventa minutos en el Bernabéu son demasiado largos. Escrito está que se la dijo a uno de los jugadores del Inter en un italiano poco académico.

El Madrid ganó 5-1. El Inter sufrió la misma suerte del Anderlecht en 1984 (3-0 y 6-1) y la sucesiva del Borussia Moenchengladbach (5-1 en la ida y 4-0 en la vuelta).

Desde entonces, el espíritu de la remontada se adueñó del Bernabéu aunque en los últimos tiempos ha sufrido duros reveses, esta temporada en la Copa del Rey ante el modesto Alcorcón (4-0 y 1-0) y en la Liga de Campeones ante el Lyon (1-0 y 1-1).

En la anterior, el Madrid padeció la misma experiencia en ambos torneos, con el Real Unión (3-2 y 4-3) en la Copa del Rey y con el Liverpool en la Liga de Campeones (1-1 y 4-0), en este último caso con la ida en el Bernabéu y la vuelta en Anfield.

Los encuentros de la Liga de Campeones ante el Livepool y el Lyon estuvieron precedidos de pronósticos y arengas que no tuvieron eco.

En el duelo con el Livepool, el entonces presidente del Real Madrid, Vicente Boluda, pronosticó que los blancos darían un baño a los ingleses en Anfield para superar el 1-1 del Bernabéu. Ocurrió al revés y fueron los ingleses los que vapulearon a los españoles con un inapelable 4-0.

Ante el Lyon, fue el defensa Sergio Ramos el que aventuró que el Madrid derrotaría por 3-0 a su rival francés para superar el 1-0 de la ida. El Olympique igualó a un gol y dejó el Bernabéu frío como un témpano.

Igual de fríos, y hasta de alucinados, se quedaron los jugadores del Milán en la final de la Liga de Campeones de la temporada 2004/05. Ganaban por 3-0 al Liverpool antes del descanso y nadie apostaba un penique por los "reds", pero estos igualaron la contienda y se llevaron la Copa en la tanda de penaltis.

En la Copa del Rey de 1996/97, el Barcelona protagonizó una hazaña similar ante el Atlético de Madrid. Pasada la media hora perdía 0-3, tantos anotados por el serbio Miliko Pantic, y terminó ganando por 5-4, con dianas de Ronaldo (3), Luis Figo y Juan Antonio Pizzi.

Hay, de nuevo, ambiente de remontada en el Camp Nou, pero llega José Mourinho, un técnico que sostiene que siempre ha considerado "el ruido de los enemigos" como un desafío y nunca como un problema.

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