El Valencia ve en la Liga Europa su Copa del Rey de 2008

  • El Valencia afronta el jueves la ida de los cuartos de final de la Liga Europa, una competición que a medida que avanza la temporada ha cobrado más importancia para el club de Mestalla, que puede ver en ese torneo una tabla de salvación similar a la que supuso la Copa del Rey ganada en 2008.

César Toldrá

Valencia, 1 abr.- El Valencia afronta el jueves la ida de los cuartos de final de la Liga Europa, una competición que a medida que avanza la temporada ha cobrado más importancia para el club de Mestalla, que puede ver en ese torneo una tabla de salvación similar a la que supuso la Copa del Rey ganada en 2008.

El conjunto de Juan Antonio Pizzi se mide al Basilea suizo pocos días después de que la derrota ante el Getafe en Mestalla haya mermado notablemente sus opciones de alcanzar a través de la Liga una plaza en las competiciones europeas de la próxima temporada.

Actualmente el Valencia, que también cayó en los octavos de final de la Copa del Rey, es noveno en la Liga con cuarenta puntos, a nueve de la séptima plaza, última que da derecho a disputar la Liga Europa.

Así, considerada al inicio de la temporada como un torneo de menor interés, más aún tras haber disputado la Liga de Campeones con frecuencia en los últimos años, la Liga Europa ha aumentado su relevancia entre los valencianistas conforme el equipo ha avanzado en esta competición y ha acumulado decepciones en Liga y Copa.

De hecho, el segundo torneo europeo se ha convertido en un rayo de esperanza para los valencianistas para tener un motivo de alegría en una temporada aciaga en el terreno deportivo y convulsa en el social ante la inminente venta del club.

Esta situación recuerda en parte a la vivida en la agitada campaña 2007-2008, en la que el Valencia zozobró en la Liga hasta llegar a estar cerca del descenso, pero a la par avanzó con firmeza en la Copa del Rey a pesar de encontrarse en el camino con rivales de la talla del Barcelona y el Atlético de Madrid.

Otra similitud reside en que si en la actual temporada los malos resultados ligueros apartaron del banquillo al serbio Miroslav Djukic para dar paso al argentino Juan Antonio Pizzi, en aquella ocasión la situación se llevó por delante a Quique Sánchez Flores y provocó la llegada del holandés Ronald Koeman.

Además, el momento social de la entidad también fue intenso con la dimisión incluida del entonces presidente del club, Juan Soler, después de una controvertida gestión económica y deportiva que también conllevó apartar del equipo a David Albelda, Santi Cañizares y Miguel Ángel Angulo sin una explicación convincente.

Entonces, a pesar de la tormenta social, la temprana eliminación en la Liga de Campeones y los sobresaltos en la Liga, el Valencia se manejó con soltura en la Copa en las cuatro eliminatorias que tuvo que superar para llegar a la final.

Tras debutar en dieciseisavos de final con el Real Irún y eliminar al Betis en octavos, el Valencia se encontró en cuartos con el Atlético de Madrid, al que doblegó en una dura ronda por el valor doble de los goles a domicilio, tras ganar en Mestalla por 1-0 y caer en el Vicente Calderón por 3-2.

En la antesala de la final, el Valencia tuvo un compromiso aún más complicado con el Barcelona como rival, pero un empate a un gol en la ida en el Camp Nou y una victoria por 3-2 en Mestalla llevaron al equipo a la final, en la que doblegó al Getafe por 3-1 en el Vicente Calderón.

Muestra de las dos caras del Valencia en aquella temporada, según el torneo en el que competía, fue el partido jugado inmediatamente después de la final ganada. Cuatro días después salió derrotado en Liga de San Mamés por 5-1.

Pese al título copero, aquel resultado y la cercanía del descenso llevó a la destitución de Koeman, que había dividido a la plantilla. Su puesto fue ocupado por un hombre de la casa, Salvador González 'Voro'.

Con Voro, el equipo logró cuatro victorias y una derrota en las cinco jornadas finales del torneo, que finalmente dejaron al Valencia en la décima posición.

Si entonces fue el torneo copero al que el Valencia se aferró en una caótica temporada, ahora la Liga Europa se presenta como tabla de salvación para una campaña de sinsabores en el club de Mestalla tras ver como su objetivo primordial de disputar la próxima Liga Europa es prácticamente inalcanzable.

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