Zaragoza.- El Villarreal viaja a Zaragoza con el único objetivo de ganar y esperar que el Atlético de Madrid le gane o empate con el Getafe, para acabar la competición en sexta posición lo que le clasificaría para disputar la Liga Europa.
El Zaragoza le espera con la tranquilidad de haber resuelto la permanencia en la pasada jornada, pero con la intención de despedirse de la actual temporada con una victoria que sirva para dejar un buen sabor de boca a sus aficionados tras una complicada campaña.
A pesar de haber caído en la anterior jornada liguera ante el Xerez, los resultados de sus más directos rivales propiciaron la salvación matemática del equipo maño que le permite disputar el último encuentro lejos de los agobios, de la tensión y los nervios que la plantilla ha tenido que soportar durante todo el año para conseguir el objetivo de continuar en Primera División.
Ya en Jerez se evidenció que, aún sin estar salvado matemáticamente pero sí virtualmente, el equipo no se empleó con la intensidad de encuentros precedentes, lo que abre la incógnita de cómo se comportará mañana frente al conjunto castellonense.
Los jugadores coinciden en que desean darle una alegría a sus aficionados por los sinsabores que han tenido que soportar, pero el precedente del encuentro de Jerez no parece confirmar que se vaya a recuperar la fortaleza mental suficiente para emplearse al máximo de sus posibilidades.
Además, el técnico del equipo, José Aurelio Gay, volverá a contar con una amplia lista de ausencias, algo que ha sido una constante durante la actual temporada y que le ha dejado con 18 jugadores justos.
El preparador madrileño no podrá contar Diogo, Pennant, Suazo, Laguardia, Lafita y Arizmendi, lesionados, ni con Contini y Ponzio, sancionados.
Los que sí estarán en condiciones de jugar serán Adrián Colunga, que se ha recuperado del esguince de tobillo que sufrió el pasado martes, e Ikechuwku Uche de los problemas que tenía en un cuádriceps.
Con respecto al equipo inicial que el Zaragoza presentó en Xerez Gay podría introducir hasta tres novedades. Pablo Amo y Pulido en sustitución de los sancionados Contini y Ponzio, respectivamente, y Edmilson por el lesionado Lafita.
La plantilla del Villarreal es consciente de la dificultad de la empresa, pero lo único que pretende es que no se desperdicie la opción por un error propio y para conseguirlo, el equipo que entrena Juan Carlos Garrido debe acabar el torneo en la línea ascendente de los últimos encuentros.
Tan sólo algún error puntual ha truncado en el tramo final de la Liga la mejoría del Villarreal, pero el equipo pretende que esas cuestiones concretas no le dejen fuera del objetivo.
Garrido no podrá contar con Joseba Llorente, que se encuentra sancionado, mientras que a Joan Capdevila le ha sido perdonada una de las cartulinas del pasado encuentro y jugará.
Para este desplazamiento el técnico ha decidido contar con los diecinueve jugadores disponibles de la plantilla más el defensa argentino del filial, Mateo Musacchio, habitual en las últimas convocatorias del equipo.
Sin Llorente, Giussepe Rossi y Nilmar da silva estarán en ataque, mientras que en el centro del campo es probable la presencia de Marcos Senna.
Alineaciones probables:
Zaragoza: Roberto; Pulido, Jarosik, Pablo Amo, Obradovic; Gabi, Edmilson; Eliseu, Abel Aguilar, Ander Herrera; y Colunga.
Villarreal: Diego López, Ángel, Gonzalo, Godín, Capdevila, Senna, Bruno, Cani, Cazorla, Rossi y Nilmar.
Arbitro: Estrada Fernández (Comité Catalán).
Campo: La Romareda.
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