En el centro de escándalo por dopaje, atletismo ruso lanza reformas para seguir soñando con Rio

  • En el centro del escándalo mundial de dopaje y de corrupción y amenazado con ser privado de los Juegos de Rio, el atletismo ruso se ha lanzado a una serie de reformas al tiempo que acusa a los occidentales de querer humillarla.

Desde la salida el 9 de noviembre del informe devastador de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), sobre un sistema de dopaje institucionalizado, los responsables rusos prometieron que harían todo lo necesario para estar conformes a las demandas de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) y poner fin al "dopaje de Estado" denunciado en el informe.

El presidente ruso Vladimir Putin fue claro. Rusia debe hacer todo "para desembarazarse" del problema del dopaje.

Para el Kremlin, que cuenta con el deporte para brillar en la escena internacional, la ausencia de atletas rusos en los Juegos de Rio en agosto, debido a la suspensión hasta nueva orden de su atletismo, sería otro golpe duro cuando sus relaciones con Occidente están mal desde hace dos años.

Rusia se puso rápidamente a trabajar en las reformas recomendadas por la AMA y la IAAF, primero sustituyendo a dirigentes o entrenadores acusados en el informe de la AMA.

A mediados de diciembre, el conjunto de la directiva de la Agencia Rusa Antidopaje (Rusada), acusada de haber ayudado a disimular casos positivos que implicaban a atletas rusos, dimitió. Y, paralelamente, Rusia se dio prisa en dar los pasos para permitir al laboratorio antidopaje de Moscú y a la Rusada la obtención de una certificación, prometiendo que ambas instituciones habían sido reformadas.

Al mismo tiempo, las autoridades rusas defienden un endurecimiento de la política antidopaje.

"Queremos estudiar cómo reforzar la responsabilidad individual, tal vez introduciendo una responsabilidad penal" por doparse, declaró en noviembre el ministro de Deportes, Vitali Mutko.

El jefe de la comisión de Deportes en la Duma, Dmitri Svichtchev, declaró a la AFP que su partido iba a presentar una ley haciendo a los atletas, entrenadores y médicos penalmente responsables en caso de dopaje.

"Rusia quiere mostrar al mundo que puede ser un ejemplo para encontrar una solución al problema de dopaje internacional. Queremos introducir una responsabilidad criminal: todo atleta, médico o entrenador se lo pensará dos veces antes de doparse", señaló Svichtchev.

La IAAF reconoció los esfuerzos de Rusia para reintegrar el atletismo mundial. Una comisión de investigación, en visita en Moscú esta semana, aseguró que el comité olímpico ruso reconocía "los problemas" y la necesidad de reformas.

Pero la participación de Rusia en los Juegos de Rio, más de treinta años después del boicot de la URSS a Los Angeles-1984, sigue en duda. La IAAF no ha dado ninguna indicación y solo tomaría una decisión a finales de marzo, como muy pronto.

En este escándalo deportivo, la geopolítica nunca está lejos, según los rusos. Tras la publicación el jueves de la segunda parte del informe de la AMA, Vitali Mutko criticó que es "muy político". Desde el principio, los responsables rusos deploran que solo su país sea investigado y denuncian una voluntad occidental de desacreditarlos y humillarlos.

Para convencer a las instancias internacionales, Rusia deberá dar algo más que muestras de buena voluntad. Eso comenzará el sábado, con la elección del nuevo presidente de la federación rusa de atletismo, en sustitución de Valentin Balakhnitchev, suspendido de por vida por la IAAF.

El secretario general de la federación, Mijail Butov, es el mejor colocado frente a sus tres oponentes, entre ellos el campeón de Europa en 2010 de salto de altura, Alexandre Shustov.

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