Nueva alternativa de ocio

La moda de la escalada bajo techo que encumbra un gran negocio inmobiliario

La pandemia disparó la práctica de este deporte al aire libre que ahora también triunfa bajo techo en antiguas naves industriales reconvertidas en rocódromos para expandir el negocio por España.

Un joven en el Campeonato de España de Escalada Infantil y Cadete en Plasencia (Cáceres).
La moda de la escalada bajo techo que encumbra un gran negocio inmobiliario
EUROPA PRESS - Archivo

La pandemia supuso un antes y un después para la escalada, un deporte de moda entre los jóvenes pese a que hasta hace bien poco parecía limitado a un grupo de valientes sin miedo a las alturas. El ser practicado al aire libre, sin las restricciones del covid, y el inesperado oro olímpico de Alberto Ginés en los juegos olímpicos de Tokio 2020 han dado el impulso definitivo a una práctica con un gran negocio inmobiliario detrás, vinculado a la recuperación de espacios hasta entonces infrautilizados. 

Detrás de esta nueva costumbre deportiva que ha llegado para quedarse se encuentran claves como la facilidad de acceso, el ser un deporte que requiere de cooperar y socializar con otros, una rápida progresión según se practica y su bajo coste. Sólo en el área metropolitana de Madrid hay más de 40 rocódromos al aire libre o bajo techo (indoor) para poder practicarlo, y su coste varía desde los que son gratuitos pero no tienen vigilancia, a los 20 euros por día en una instalación privada y cubierta, incluyendo el alquiler del equipo necesario, compuesto por pies de gato y arnés. Si se quiere escalar de forma recurrente, existen bonos mensuales por unos 75 euros

Varios de estos nuevos rocódromos indoor se han instalado en polígonos a las afueras de las grandes ciudades, donde es mucho más sencillo conseguir el cambio de uso para convertir antiguas naves industriales en instalaciones deportivas. La fórmula es indiferente, sirven tanto los alquileres a largo plazo como la adquisición de los inmuebles, cuyo precio baja sensiblemente frente a los ubicados en el poco suelo industrial de las urbes.  Se calcula que en España hay una cifra cercana a los 200 rocódromos indoor

el aire libre triunfa

  • Las federaciones de montaña y escalada superaron en 2021 al baloncesto en número de federados

Sputnik Climbing es una de las sociedades dedicadas a la gestión de este tipo de espacios que está aprovechando esta época dorada de la escalada. Desde su fundación en 2016 ha abierto dos centros en Alcobendas y Las Rozas, este último considerado como el más grande de España y recibido con gran acogida y reconocimiento entre los aficionados. Tras facturar 3,4 millones en 2021 (y 1,8 en 2020), tiene previsto volver a duplicar su facturación este 2022 hasta los 6,2 millones, para lo cual apuesta por abrir otro centro en Berango (Vizcaya) con una inversión de 1,4 millones de euros. 

Sin embargo, el gigante de este negocio en España es la cadena Indoorwall, que con 13 centros abiertos en España presume de haber recibido a más de 150.000 clientes el año pasado. Tras cerrarlo con una facturación de 7 millones de euros, aspira a ampliar esa cifra hasta los 11 durante este 2022. Para ello tiene en marcha un plan de expansión que ya ha supuesto 4 millones en inversiones este año y que ampliará la presencia de la marca a Galicia y Bilbao. Actualmente está presente en Madrid, Cataluña, Valencia, Baleares o Aragón y mantiene un acuerdo de patrocinio con Adidas.  

Entre los años 2020 y 2021, las federaciones deportivas de montaña y escalada, que incluyen otros deportes como el senderismo o el alpinismo, registraron un aumento del 9,9% del número de licencias, dato especialmente significativo en zonas con alta montaña como Asturias (+82%), Canarias (+30%), Navarra (+16%) o Madrid (+14%). Yendo a datos más precisos, la Federación Canaria de Montañismo tiene registrado un aumento del 54% de escaladores en los últimos cinco años, 1.500 en la región. Han sido las mujeres quienes principalmente han impulsado este auge, aunque sólo representan un tercio del total de licencias. El incremento también se nota en el número de clubes de estas modalidades, que alcanzaban los 2.950 en 2021, creciendo en un centenar en apenas dos años

otra alternativa de ocio

  • Practicar escalada durante un día, con el alquiler del material necesario, puede suponer unos 20 euros.

Tendencia en la capital, un conflicto en la sierra

Si hay un sitio donde se ha puesto especialmente de moda esta práctica deportiva es en Madrid. La sierra de Guadarrama, situada a menos de una hora en coche de la ciudad, se ha convertido en uno de los lugares de peregrinaje para los iniciados en esta competición. Tal ha sido su éxito que la Comunidad de Madrid anunció el pasado febrero que atajaría el uso de determinadas zonas de La Pedriza, un área recreativa en Manzanares El Real, y otros puntos del Parque Nacional para proteger el periodo de cría y reproducción de especies como el buitre leonado, el halcón peregrino o el águila real, que anidan en estas paredes. 

La Comunidad reconocía en un informe el incremento de practicantes de la escalada al aire libre, cuyas cifras eran, a juicio de la Consejería de Medio Ambiente, "poco compatibles con la conservación", pese a que algunas de las zonas de la sierra son "referentes de fama internacional". Anteriormente tuvo que eliminar varias vías utilizadas de forma ilegal. Andalucía también ha optado por regular este tipo de espacios y prohibió la escalada en determinadas zonas del Parque Regional de Calblanque durante el invierno. 

El Ayuntamiento de Madrid también se ha sumado a esta tendencia y acaba de levantar un rocódromo al aire libre en Valdebebas con una inversión total de 1,2 millones que incluye la construcción de pistas deportivas. Se une así al que fuera construido este año en el Ensanche de Vallecas o la reforma prevista para otro en el barrio de Mirasierra. Si no se lo creen por sus propios ojos, acérquense a alguno o revisen su Instagram. La escalada está de moda. 

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