Floyd Landis se dopó. Aunque hace casi cuatro años removiera cielo y tierra clamando por su inocencia al ser desposeído del Tour de Francia que había ganado, el ciclista norteamericano ha reconocido ahora su engaño.
Sin embargo, Landis ha decidido tirar de la manta. En una serie de correos electrónicos enviados a árbitros internacionales y a patrocinadores, el ex ciclista ofrece pelos y señales de su dopaje, implicando también a comisarios y al siete veces Campeón del Tour, Lance Armstrong.
En la información que ofrece este jueves el Wall Street Journal, se asegura que Landis envió tres e-mails a siete personas, entre árbitros internacionales y patrocinadores, en los que hace referencia a la incapacidad de los organismos internacionales para acabar con el dopaje.
Landis va más allá y acusa directamente a Johan Bruyneel de introducirle en el mundo de los productos prohibidos. Asegura que él y otros ciclistas norteamericanos utilizaron sistemáticamente las transfusiones de sangre, el EPO y los esteroides, incluso de manera líquida. También dice que Armstrong le ayudó a conocer cómo funcionaban los anabolizantes y el trabajo que hacían en su cuerpo.
En 2003 y tras romperse la cadera, Landis pasó tres semanas en Girona, donde vive Lance Armstrong. Allí, asegura que se le realizaron dos extracciones de sangre para ser utilizadas durante el siguiente Tour y que, además, otro ciclista norteamericano George Hincapie, hizo lo mismo. Por si fuera poco, explica que esa sangre se guardó en un frigorífico en casa de Armstrong y que éste le dijo que había que controlar la temperatura cada día. Incluso, durante un viaje de Armstrong, el siete veces ganador del Tour dejó a Landis controlando que no se marchara la luz de la casa para que no se estropeara la sangre.
Por si todo esto fuera poco escándalo, Landis recuerda que en 2006 cambió de equipo y que cuando llegó al Phonak suizo explicó al dueño, Andy Rihs, que había estado siguiendo tratamientos dopantes durante su estancia en el US Postal Service. Rihs, siempre según Landis, asegura que el dueño de Phonak estuvo de acuerdo en seguir pagando esos tratamientos una vez que el norteamericano estuvo en su equipo. Phonak desapareció después del escándalo del positivo de Landis.
Por último, Floyd se ríe de los supuestos esfuerzos antidopaje de las distintas agencias y se jacta de poder explicar cómo utilizar el EPO sin ser descubiertos. Asegura que él mismo ayudó a doparse con esa droga a sus compañeros Levy Leipheimer y Zabriskie antes de una edición de la Vuelta a California. Lo dicho, un escándalo en toda regla.
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