Todos los entrenadores que han trabajado con Thiago Alcántara (Bari, Italia, 11 de abril de 1991) llegan a la misma conclusión: es un diamante en bruto al que hay pulir. Futbolísticamente es un talento innato, uno de esos jugadores que nacen con el don de dominar el balón e idear pases al alcance de los elegidos. Pero como tantos otros antes que él, su intermitencia y el riesgo que asume en muchas de sus decisiones le hacen parecer "sospechoso" ante los ojos de muchos.
Para Luis Milla es un fijo, es el jugador sobre el que reside la responsabilidad de dar el último pase. Con Ander Herrera y Javi Martínez cubriéndole las espaldas, Thiago se siente cómodo para desplegar sus regates, asistencias, y otros detalles técnicos con los que ha conquistado al público danés. En los tres partidos que ha disputado España desde las gradas se han regalado ovaciones al canterano culé.
No todo ha sido un camino de rosas para Thiago, ya que ha sido foco de atención más de lo que él hubiera querido por su futuro. Por un lado, los rumores han sido insistentes situándole como moneda de cambio del Barcelona en alguno de los fichajes que se planean en Can Barça: en el de Cesc, en el de Alexis Sánchez,… Y por otro, él ha contribuido a la polémica con algunas declaraciones que no se esperan de un jugador joven, aún en formación y con escaso bagaje en Primera.
"Mentiría si dijese que mi sueño es triunfar en el Barça" afirmó desde la concentración de la sub'21, un momento de sinceridad que le costó varias críticas. También se ganó algunos 'palos' por un comentario que dejó en su perfil en la red social Twitter en el que aseguraba que no conocía a gran parte de los jugadores de la selección inglesa, ante la que debuta España en el Europeo.
El objetivo, más cerca: Londres 2012 está a un partido
El mediocentro culé se ha marcado el objetivo de dirigir el ataque español ante la selección bielorrusa, de lucirse y ser el jugador que acapare los titulares de las crónicas. Quiere ser el protagonista de la victoria, y así 'matar dos pájaros de un tiro': acallar a sus críticos, y terminar de convencer a la dirección deportiva del Barcelona para que apuesten por él como jugador del primer equipo y no le vendan.
Si finalmente España logra derrotar a Bielorrusia, accedería a la final del campeonato de Europa que se disputa en tierras danesas, pero el premio gordo sería ganar una plaza para los Juegos Olímpicos de 2012. Si no lo lograra, aún quedaría la opción de intentar alcanzarla en el partido por el tercer y cuarto puesto, donde la medalla de bronce también conlleva el billete olímpico.
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