España deberá conformarse con pelear por el bronce

  • La selección española de balonmano playa deberá conformarse con pelear por el bronce, tras perder hoy contra Rusia por 2-1 en las semifinales del Campeonato de Europa en una agónica tanda de penaltis.

Javier Villanueva

Umag (Croacia), 8 jul.- La selección española de balonmano playa deberá conformarse con pelear por el bronce, tras perder hoy contra Rusia por 2-1 en las semifinales del Campeonato de Europa en una agónica tanda de penaltis.

Muerte súbita en la que el conjunto español dispuso de hasta dos lanzamientos para sumar el punto que le hubiera dado el puesto en la gran final, pero ni Álvaro Polo, que erró en su intenta de marcar de portería a portería, ni Sergio Cruzado lograron anotar.

Una circunstancia que no desaprovechó el poderosísimo equipo ruso, vigente subcampeón continental, para anotar por medio del lesionado Sergey Predybailov el definitivo 5-6, que apartó a España de la lucha por el oro.

"El destino ha querido que perdamos de la forma más dolorosa, porque lo hemos tenido en nuestras manos, pero igual que tuvimos suerte en la primera manga con el último gol de Chelu Cid nos ha faltado en la tanda de penaltis", señaló el seleccionador español Francisco Aguilera en declaraciones a EFE.

Un Aguilera, que pese a todo, se mostró tremendamente "orgulloso" del trabajo de sus pupilos ante una selección rusa, que como reconoció se encuentra todavía "un paso por delante", sobre todo, en el aspecto físico.

Diferencia física que España supo conjugar en el primer parcial, en el que la defensa apenas dejó recibir balones al gigantón Alexander Tatarintsev, que con sus más de dos metros de altura, es un peligro constante en el pivote.

Un esfuerzo defensivo que dejó libre el camino al explosivo Anton Dache, que superaba una y otra vez con sus velocísimas penetraciones a la zaga española, que no acabó de ajustarse hasta superado el ecuador del primer parcial.

Con la defensa a pleno rendimiento llegaron los mejores momentos de la selección, que llegó a gozar de una máxima renta de cinco puntos (20-15), que pareció encarrilar la primera manga para el equipo español.

Nada más lejos de la realidad, pues España comenzó a atascarse en ataque, lo que propició la reacción rusa, que se colocó nuevamente por delante, tras un contundente parcial de 0-7, en el marcador (20-22) a falta de tan sólo cincuenta segundos para la conclusión.

Tiempo en el que Chelu Cid demostró la importancia de contar con un cañonero de la talla del nuevo jugador del Puerto Sagunto, que forzó con un postrero lanzamiento (22-22) la muerte súbita, que cayó del lado español gracias a un gol (23-22) del ala Ignacio Oleaga.

Los intentos de España en el segundo parcial por contener las acometidas de Dache, propiciaron la irrupción de Tatarintsev, que anotó once de los veinte puntos (17-20) del conjunto ruso, que siempre mantuvo el control del juego.

"El planteamiento era el apropiado si queríamos parar a un equipo así, con jugadores con ese físico", explicó el técnico español, que buscó una y mil fórmula para frenar la letal dupla que conforman Dache y Tatarintsev.

Fallidos intentos todos que condenaron a España a jugarse el puesto en la gran final en la lotería que siempre supone la tanda de penaltis, una lotería en la que la selección estuvo a punto de ganar el premio gordo para finalmente tener que conformarse con la pedrea.

Y es que la excelente actuación del portero del Quabit Guadalajara Jorge Oliva permitió a España disponer de hasta dos opciones para ganar, pero la suerte no estaba hoy con los de Aguilera y ni Polo ni Cruzado pudieron rematar.

"Ahora hay que tratar de recuperar anímicamente a los jugadores, porque mañana nos jugamos algo muy importante, el bronce", una medalla que España peleará con Ucrania, que al igual que el conjunto español se dejó escapar el pase a la final en una tanda de penaltis en la que cayó ante el anfitrión y máximo favorito, la selección croata.

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