Después de las sesiones de vídeo del martes, en la que el equipo estudió a su oponente de este jueves, Del Bosque preparó algunos ejercicios para contrarrestar algunas de las cualidades principales del combinado irlandés, con especial atención al juego por alto y la potencia de su rival, la intensidad, la presión y los rechaces.
En un juego de posesión de pelota en terreno reducido, habitual en cada entrenamiento de la selección, incluyó hoy un condicionante para ensayar los balones aéreos, el toque de cabeza y la segunda jugada entre dos equipos de diez futbolistas. Los porteros también practicaron durante algunos minutos los centros aéreos.
Es una de las virtudes de la Irlanda dirigida por el italiano Giovanni Trapattoni, clasificada para la fase final de una Eurocopa después de 24 años -la última que jugó fue en 1988-, con Robbie Keane como máximo goleador del equipo en la fase previa, con siete dianas, y con fútbol directo y contragolpe como señas de ataque.
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