Esto sí es 'Fair Play': pide que anulen su propio gol porque lo había marcado con la mano

No ha hecho una jugada inolvidable ni un regate imposible. Tampoco ha dado un título a su equipo en el último suspiro o evitado una derrota segura, sin embargo, a sus 34 años, Marius Ebbers ha conocido la gloria en el fútbol. El veterano delantero del St. Pauli de la segunda división alemana ha se ha convertido en protagonista al pedir al árbitro del partido que enfrentaba a su equipo con el Unión Berlín que anulara el gol que acababa de marcar con la mano.

El encuentro estaba empatado y discurría en su tramo final cuando Ebbers cazó un centro desde la banda derecha y lo introdujo en las redes, eso sí, ayudado con la mano. A pesar de las protestas de los jugadores del equipo berlinés, el árbitro y sus asistentes no apreciaron la infracción y se disponían a dar validez al gol cuando el propio delantero del St. Pauli confesó.

Ante la sorpresa de la afición local, que ya celebraba la victoria, Ebbers se acercó al árbitro, quien tras una breve conversación con el jugador decidió hacerle caso y anular el tanto. Los rivales aplaudieron el gesto de honestidad y Fair Play del ariete, toda una rareza en el fútbol. Finalmente, la suerte premió al St. Pauli, que se llevó el partido con un gol de Bartels en el descuento.

Falla un penalti a propósito

Hace menos de un mes, el pasado 16 de marzo, vivimos otro ejemplo de deportividad, en esta ocasión en los campos italianos. Durante el choque enfrentaba al US Termoli contra el Torres en La Coppa Italia Dilettante, también conocida como Copa Italiana de Aficionados, árbitro pitó una injusta pena máxima a favor de los locales cuando perdían por 0 a 1.

En el minuto 90, el delantero del Termoli Vittorio Esposito hizo un regate en el área y se fue al suelo. El juez de la contienda no lo dudó y señaló el punto de penalti. Los jugadores rivales, e incluso el propio Vittorio Esposito, protestaron la decisión airadamente al colegiado, que no rectificó.

Con la eliminatoria sentenciada por 3-2 a favor del Termoli en el global, el propio Vittorio Esposito decidió fallar el penalti lanzándolo muy desviado. Los jugadores de los dos equipos celebraron la acción y los aficionados del Torres convirtieron a Esposito en uno de sus ídolos.